Cómo ayudar a un niño autista con la autorregulación emocional

POR SAM KELLER

Fuente: Autism Parenting Magazine | 25/02/2025

Fotografía: Pixabay

Los factores estresantes de un día escolar típico se agravan aún más para los estudiantes con trastorno del espectro autista (TEA). A menudo tienen dificultades con la autorregulación emocional, es decir, la capacidad de moderar los sentimientos en situaciones que provocan reacciones intensas.

Atravesar un comedor abarrotado puede saturar sus sentidos, y la dificultad para comprender la dinámica social durante los proyectos en grupo puede provocarles pánico. Para aliviar la ansiedad potencial en situaciones escolares, los padres pueden trabajar con los niños con TEA en casa para desarrollar aún más sus habilidades de regulación emocional.

La regulación emocional es un componente de la función ejecutiva, que también incluye habilidades de gestión del comportamiento como la planificación, la atención y la flexibilidad (básicamente, todos los pasos que se dan para gestionar el comportamiento cotidiano). Aunque muchas personas pueden considerar que se trata de funciones cerebrales innatas, los psicólogos subrayan que estas funciones ejecutivas implican el comportamiento, y que las personas con déficits pueden mejorar con comportamientos aprendidos o modificados.

La regulación emocional, en particular, implica la capacidad de reconocer un estado emocional percibido, evaluar las repercusiones de la reacción y tomar una decisión consciente para avanzar hacia un objetivo, incluso con las emociones negativas que lo acompañan. Esto resulta problemático para los estudiantes con TEA, que pueden tener reacciones emocionales más intensas ante los estímulos y mayor dificultad para deshacerse de los sentimientos negativos.

Los padres pueden ayudar a los niños con TEA a gestionar su sensibilidad emocional. Es fundamental explicarles que una reacción fuerte es un sentimiento y que los sentimientos pasan. Los padres pueden trabajar con ellos para desarrollar habilidades que les permitan iniciar comportamientos de autocontrol. El Dr. Adel Najdowski sugiere que los niños con TEA pueden desarrollar activamente la autorregulación emocional mediante una tabla de niveles emocionales, tal y como se detalla en un artículo reciente de OnlinePsychology@Pepperdine, el programa de máster en línea en Psicología Conductual de la Universidad de Pepperdine.

Con el método de la tabla de habilidades emocionales de varios pasos, los padres enseñan a los niños a conectar con sus estados emocionales y a desarrollar mecanismos de afrontamiento eficaces para superar el malestar que puede surgir en diferentes situaciones. Cada paso debe dominarse antes de pasar al siguiente. En primer lugar, los padres deben crear una tabla de habilidades emocionales de dos columnas (PDF, 130 KB, en el próximo artículo lo podrá descargar), que vaya desde muy molesto, a un poco molesto, a bien, a muy bien. La columna de la derecha deja espacio para que los niños describan las situaciones que provocan cada emoción.

Una vez que el niño ha asignado algunas de sus experiencias vividas a los diferentes estados emocionales, los padres pueden enseñarle en qué casos sería útil trabajar para ajustar la intensidad de su reacción. Por ejemplo, si un niño dice que no poder jugar a su videojuego favorito porque tiene deberes le enfada mucho, los padres pueden explicarle con delicadeza que se trata de una situación en la que debe esforzarse por sentirse solo un poco molesto.

A continuación, el padre puede enseñarle al niño mecanismos de afrontamiento, como tomarse un tiempo a solas, pedir ayuda o iniciar una respiración profunda para utilizar cuando surja este tipo de situación y calmar las emociones.

Una vez introducidas las habilidades de afrontamiento, los padres pueden animar a los niños a practicar estas habilidades en una situación imaginaria que pueda provocar reacciones fuertes. Los padres y los niños pueden pensar en situaciones molestas que pueden repetirse en la vida cotidiana, como un patio de recreo ruidoso, una reunión inesperada o un profesor sustituto, y escribir un plan de afrontamiento paso a paso para que el niño lo utilice en cada situación. Los padres deben preguntar al niño cómo respondería y qué acciones específicas podrían aliviar una reacción emocional demasiado intensa.

Aprender a regular las emociones es un proceso, y el progreso se puede medir en cada etapa a lo largo del tiempo. En primer lugar, los padres pueden comprobar en qué medida sus hijos identifican sus experiencias emocionales; luego, a medida que avanzan en el dominio de esta habilidad, pueden analizar cómo se utilizan los mecanismos de afrontamiento como intervención.

Recuerde que la paciencia es clave: los estudiantes con TEA experimentan ansiedad cuando se enfrentan a acontecimientos inesperados o perturbadores, especialmente en la escuela, y los padres deben hacer todo lo posible para que el hogar sea un lugar en el que puedan encontrar comprensión.

Sam Keller es coordinadora de relaciones públicas digitales y colabora en la divulgación de los programas de psicología y salud mental de 2U Inc.

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