POR GABRIEL MARIA PÉREZ
Fuente: Univers Àgatha | 01/10/2023
Fotografía: Pixabay
Sé que me reitero en muchos de mis artículos, pienso que es irremediable.
A estas alturas puedo entender que haya familiares que, ante las dudas, las incertidumbres y los miedos, busquen remedios para con sus familiares con algun trastorno del espectro del autismo.
Puedo entender aún, esa inseguridad, ese no saber qué hacer, a qué facultativo acudir o a qué especialista dirigirse, es realmente deprimente.
Un poco similar a lo que acontece con tantos necesitados de ayudas para la dependencia que fallecen antes de recibirlas, o que, simplemente, las que reciben son pírricas o bien, insuficientes, o bien, nulas.
Parece que lo que debería ser una obligación dentro de las responsabilidades intrínsecas de las entidades públicas oficiales, son simplemente unas declaraciones “falsas” de intenciones pre-electorales, que luego desaparecen como el humo.
Las ayudas no llegan o son irrisorias y el desprecio hacia las personas con alguna (dis)capacidad y con la necesidad de un soporte, no solo por especialistas, sino económicas de ayuda para terapias, pruebas médicas e incluso, investigación son más que insuficientes.
Algo hemos avanzado, pero ¡tan poco!
Entre estas incongruencias, falta de más ayudas para estos individuos con algún que otro trastorno, como en el caso de mi hija, autismo, nosotros, sus papás, ya tuvimos nuestras crisis del “No saber a dónde ir” o “No saber a qué especialista acudir” o “¿Hablará, masticará, señalará con el dedo, etc?
¿SE CURARÁ?
Y entonces aparecen los falsos gurús, entre otros Josep Pàmies y Gregorio Placeres, esos que dicen que pueden curar el autismo, el cáncer, la malaria, con el super producto inocuo MMS, “descubierto” por el falso doctor Andreas Ludwig Kalcker,
pero que cuando sufren algún percance, por ejemplo de corazon, como angina de pecho o infarto, salen corriendo hacia el primer hospital y se olvidan de sus falsas terapias.
¡Y los tantos acólitos que les siguen la corriente!
Que no, que no, que el autismo no se cura, NO ES UNA ENFERMEDAD, que no os manipulen con falsas terapias tóxicas.
Que si hubiera alguna sustancia que curase el autismo sería la NOTICIA BOMBA mundial, y una cola de personas con este trastorno del autismo y otros estarían esperando su solución miraculosa.
Y los primeros que los venderían serían las propias farmacéuticas, cómo no.
Producto estrella.
No me cansaré de advertir públicamente sobre estos desalmados, al mismo tiempo que no me atrevería jamás a llevarles a mi hija Àgatha como conejilla de indias.
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