POR FERNANDO MARTÍN DEL VALLE Y Mª ASUNCIÓN GARCÍA PÉREZ
Fuente: Asociación de neuropediatría de Madrid y Zona Centro
Fotografía: de los autores / Pixabay
Presentación
Los trastornos del espectro autista (TEA) son un grupo de trastornos del neurodesarrollo caracterizados por presentar deficiencias en la comunicación e interacción social y patrones restrictivos y repetitivos de comportamiento. Para su atención es fundamental realizar un abordaje multidisciplinar que incluya a profesionales tanto del ámbito sanitario como educativo. La principal función del neuropediatra es realizar el diagnóstico diferencial con otros trastornos del neurodesarrollo, buscar la causa del trastorno, y coordinar la atención por otros especialistas.
El objetivo de esta guía es servir como ayuda para planificar la atención en la consulta de Neuropediatría al paciente con TEA, como complemento de otras guías elaboradas para la identificación y derivación de pacientes desde Atención Primaria. Somos conscientes de la dificultad de realizar unas recomendaciones universales, ya que los TEA tienen múltiples causas diferentes, y cada paciente puede considerarse único, tanto por su etiología como por su evolución. Sin duda será la valoración personalizada e individualizada de cada paciente lo que decidirá qué pruebas son necesarias en cada caso.
Esta guía es fruto del trabajo del grupo TEA de la Asociación de Neuropediatría de Madrid y Zona Centro, con la colaboración de otros neuropediatras de la propia asociación. Podemos decir que nos sentimos orgullosos del resultado, ya que creemos que va a contribuir a mejorar la atención a los pacientes con TEA.
Fernando Martín del Valle
El neuropediatra o neurólogo infantil es el especialista pediátrico formado en el conocimiento del neurodesarrollo normal y sus variantes, tanto normales como patológicas. Está capacitado para realizar el diagnóstico y tratamiento de las patologías del sistema nervioso central, muchasde las cuales se manifiestan como alteraciones en el neurodesarrollo, incluyendo los trastornos del espectro autista (TEA).El abordaje de estos trastornos debe ser multidisciplinar, implicando la participación del pediatra de Atención Primaria, neuropediatra, psiquiatra infanto-juvenil, psicólogo, psicopedagogo, etc. El neuropediatra interviene en el proceso diagnóstico tanto para el despistaje como para el diagnóstico etiológico.
La complejidad de los trastornos del espectro autista hace que sea muy importante individualizar la atención, ya que tanto el proceso diagnóstico como terapéutico puede ser diferente según las características de cada paciente. El propósito de este protocolo es servir como guía orientativa para tratar de unificar lo más posible la atención neuropediátrica, siempre en coordinación con los demás especialistas, pero teniendo en cuenta las diferentes necesidades y la singularidad de cada paciente.
Derivación a neuropediatría
Los motivos de derivación a la consulta de Neuropediatría son muy variados, pero se pueden resumir diciendo que cualquier sospecha de trastorno del neurodesarrollo debe ser derivada a la consulta de Neuropediatría para su valoración, orientación sindrómica, estudio etiológico, y en algunos casos tratamientos.
Una vez realizado el abordaje inicial, y se haya establecido la sospecha diagnóstica, se decidirá la derivación, si procede a otros servicios sanitarios para tratamiento o seguimiento.
Origen de la derivación
A la consulta de Neuropediatría los pacientes pueden acceder derivados bien por su médico de Atención Primaria (AP), desde el Centro de Salud Mental (CSM) o derivados desde otras consultas o servicios del hospital. El médico de AP puede detectar signos de alarma, o puede recibir a los niños derivados desde los Equipos de Atención Temprana(EAT) (desde escuelas infantiles) o a petición de las familias.
Una derivación frecuente a las consultas de Neuropediatría es la realizada desdelos servicios de neonatología de los pacientes con riesgo neurológico. Dentro de estos se incluyen los recién nacidos prematuros, con infecciones congénitas o con patología perinatal que su- ponga un riesgo neurológico (sepsis, convulsiones neonatales, hemorragias periventriculares, etc.). En estos casos se realiza un segui- miento periódico del paciente, y se puede en muchas ocasiones realiza runa detección precoz de los signos de alarma de TEA.
En la consulta de Neuropediatría también se valorarán pacientes con riesgo de desarrollo no neurotípico procedentes de hospitalización por una agresión grave del sistema nervioso central (SNC) (infecciones, traumatismo craneoencefálico o epilepsia), o pueden ser derivados desde cualquier consulta pediátrica o de otros servicios como Otorrinolaringología (ORL) (sospecha de hipoacusia), Dermatología (síndromes neurocutáneos), u Oftalmología (estigmas de infección congénita).
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