POR TESSA VAN LEEUWEN, ROB VAN LIER
Fuente: Spectrum 16/06/2020
Fotografía: Spectrum
¿Alguna vez has considerado a qué sabe tu pieza musical favorita? ¿O el color del martes? Si la respuesta es sí, podrías ser un sinésteta. Para las personas con sinestesia, los eventos sensoriales ordinarios, como escuchar música o leer un texto, provocan experiencias que involucran otros sentidos, como percibir un sabor o ver un color.
La sinestesia no debe confundirse con metáforas comunes, como decir que alguien "ve rojo" para describir la ira. En cambio, las asociaciones sinestésicas son perceptivas, altamente específicas e idiosincrásicas, y típicamente estables desde la infancia. Y existen muchos tipos: un sabor puede tener una forma, una palabra puede tener un color, los meses del año pueden ser experimentados como un arreglo alrededor del cuerpo.
En la población general, el fenómeno es relativamente raro: sólo entre el 2 y el 4 por ciento de la gente lo tiene. Pero hasta el 20 por ciento de las personas con autismo experimentan sinestesia(1,2). ¿Por qué dos afecciones relativamente raras se presentan juntas tan a menudo?
En los últimos años, los investigadores han descubierto que las personas con sinestesia o autismo comparten muchas características. Los sinéstetas a menudo tienen sensibilidades sensoriales y diferencias de atención, así como otros rasgos del autismo(3,4). Las dos condiciones también comparten patrones de conectividad cerebral y posiblemente genes, lo que sugiere que tienen fundamentos biológicos comunes.
Quedan muchas preguntas: ¿Cuál es la relación entre la sinestesia y los rasgos específicos del autismo? ¿La sinestesia contribuye a la sensación de sobrecarga sensorial en el autismo? ¿Los individuos autistas que experimentan sinestesia son conscientes de su inusual experiencia perceptiva? Estudiar la superposición entre la sinestesia y el autismo podría ayudar a responder a estas preguntas y a refinar las hipótesis sobre la base biológica de ambas condiciones.
Paralelos perceptivos
Una de las primeras pistas de que el autismo y la sinestesia pueden estar relacionados se produjo en 2007, cuando los investigadores publicaron un estudio de caso de un sabio autista con sinestesia llamado Daniel Tammet. Tammet ve los números en color y con texturas y formas, y tiene una memoria extraordinaria: en 2004, recitó 22.414 dígitos de pi de memoria(5).
Este caso y otros inspiraron investigaciones más formales sobre una posible superposición entre las dos condiciones. Al mismo tiempo, los investigadores comenzaron a observar de cerca el procesamiento sensorial alterado en personas con autismo. En 2013, las alteraciones sensoriales aparecieron como un nuevo criterio de autismo en la recién acuñada quinta edición del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5). Ese mismo año, dos equipos de investigación informaron de un aumento de la sinestesia en personas con autismo(1,2).
Hasta la fecha, no hay estudios sobre lo contrario: la prevalencia del autismo entre los sinéstetas. Sin embargo, los investigadores han encontrado que algunos rasgos del autismo son inusualmente comunes entre los sinéstetas.
En varios estudios, los investigadores han utilizado un cuestionario llamado Cociente de Autismo para evaluar los rasgos del autismo, como una mayor atención a los detalles o los problemas de comunicación, en los sinéstetas y los controles(3,4,6). Los sinéstetas obtienen sistemáticamente una puntuación más alta que los controles en las medidas de atención a los detalles, pero sus puntuaciones en habilidades sociales y de comunicación varían. Del mismo modo, los sinéstetas obtienen una puntuación más alta que los controles del Cuestionario Sensorial de Glasgow, que evalúa la sensibilidad a la estimulación sensorial. Juntos, los hallazgos sugieren que el autismo y la sinestesia se superponen más en los dominios perceptivos y sensoriales que en los sociales.
Los investigadores han encontrado otros paralelismos entre las dos condiciones que involucran la percepción. Los individuos autistas tienden a concentrarse en los detalles sobre los patrones globales de una escena o imagen. Por ejemplo, a menudo se desempeñan bien en una tarea que requiere la búsqueda de una forma pequeña dentro de una figura grande y compleja. En dos estudios, los sinéstetas superaron de forma similar los controles en este tipo de tareas(3,4). Y en uno de los estudios, los investigadores notaron una gran atención a los detalles visuales entre las personas con sinestesia.
Como los autistas, los que tienen sinestesia tienden a tener problemas para ver los patrones de movimiento. Por ejemplo, es posible que no siempre puedan ver en qué dirección se mueve un grupo de puntos si algunos de ellos se mueven al azar. En un estudio realizado en 2019 con 49 personas con sinestesia y 50 controles, nuestro equipo demostró que las personas con sinestesia necesitan un mayor porcentaje de puntos que se mueven en sincronía que los controles para detectar la dirección general del movimiento de los puntos(4).
Nuevas conexiones
Las similitudes no son sólo sensoriales. En 2018, los investigadores informaron que cuantos más tipos de sinestesia tenga una persona (auditiva, visual, táctil), mayor será su puntuación en una prueba de rasgos generales de autismo(3). En la población general, los resultados de las pruebas de sinestesia están correlacionados con los de los rasgos de autismo(7). Además, como sugieren los primeros estudios del caso, la sinestesia se asocia con habilidades sabias en el autismo, por ejemplo, habilidades excepcionales en música, matemáticas, arte o lenguaje(8).
El autismo y la sinestesia pueden tener sus raíces en una biología similar. Ambas condiciones se asocian a veces con una mayor conectividad local (comunicación dentro de un área cerebral o entre áreas cerebrales cercanas) que conectividad global, o comunicación entre partes cerebrales distantes(9,10,11). En un estudio inédito sobre gemelos, un equipo de investigación que incluía a uno de nosotros (van Leeuwen) encontró que la conexión entre el autismo y la sinestesia estaba determinada, principalmente, por factores genéticos más que ambientales, aunque nadie ha señalado genes específicos comunes a ambas condiciones. Al mismo tiempo, las experiencias sinestésicas pueden contribuir a las alteraciones sensoriales que afectan a la vida diaria de los individuos con autismo.
Para desarrollar tratamientos para los problemas sensoriales en el autismo, necesitamos identificar a los sinéstetas autistas y estudiarlos. Hacer correr la voz de que la sinestesia es relativamente común en el autismo puede permitir a más personas autistas identificarse como sinéstetas. Todas las personas con autismo que puedan hacerlo deberían hacer una prueba de sinestesia en línea para entender mejor sus propios problemas y habilidades sensoriales. Es probable que el creciente conocimiento de esta superposición dé lugar a percepciones que podrían mejorar la vida de las personas autistas, tanto si experimentan un cruce de sus sentidos como si no.
Tessa van Leeuwen es becaria de postdoctorado en el Instituto Donders para el Cerebro, la Cognición y el Comportamiento de la Universidad Radboud de Nimega (Países Bajos). Rob van Lier es profesor de psicología cognitiva en el instituto.
REFERENCIAS
1. Baron-Cohen S. et al. Mol. Autismo 4, 40 (2013) PubMed.
2. Neufeld J. et. al. Frente. Hum. Neurociencia. 7, 847 (2013) PubMed.
Ward J. et. al. Cortex 107, 121-130 (2018) PubMed.
3. van Leeuwen T.M. et. al. Philos. Trans. R. Soc. Lond. B. Biol. Sci. 374, 20190024 (2019) PubMed.
4. Baron-Cohen S. et al. J. Consciente. Semental. 14, 237-251 (2007) Texto completo.
5. Ward J. et. al. Sci. Rep. 7, 41155 (2017) PubMed.
6. Burghoorn F. et al. J. Autism Dev. Desacuerdo. 50, 12-29 (2020) PubMed.
7. Hughes J.E.A. y otros. Multisens. Res. 30, 391-408 (2017) PubMed.
8. Dovern A. et al. J. Neurosci. 32, 7614-7621 (2012) PubMed.
9. Hänggi J. et al. J. Neurosci. 31, 5816-5828 (2011) PubMed.
10. Hong S.-J. et al. Nat. Comun. 10, 1022 (2019) PubMed.
TAGS: atención, autismo, amplio fenotipo de autismo, conectividad, pruebas diagnósticas, audición, percepción sensorial, versión hablada, visión.
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