POR GIULIANA MIRANDA
Fuente: medscape | 25/05/2023
Fotografía: Pixabay
En un estudio publicado en la revista Gut Microbes , especialistas afiliados a la Asociación Científica Internacional de Probióticos y Prebióticos (ISAPP) plantean dudas sobre la seguridad de los probióticos, especialmente entre poblaciones vulnerables (como recién nacidos, embarazadas, pacientes con síndrome de intestino corto e inmunodeprimidos).
A pesar de los efectos adversos teóricos y probados del consumo de probióticos, según los autores, es necesario investigar para colmar las lagunas. Entre las áreas de estudio futuro se encuentran la posibilidad de transferencia de genes de resistencia a los antibióticos por transformación, el impacto potencial de los cambios inducidos por los probióticos en los microbiomas y las interacciones con los fármacos.
Los probióticos, cuyas directrices fueron publicadas por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación y la Organización Mundial de la Salud en 2001, se definen actualmente como "microorganismos vivos que, administrados en cantidad adecuada, confieren un beneficio para la salud del huésped". Sin embargo, como los primeros probióticos se asociaban a alimentos fermentados de forma natural (yogures, por ejemplo) y no se consideraban medicamentos, sus posibles efectos secundarios no solían vigilarse y su uso no estaba regulado. En los últimos 12 años, sin embargo, se han realizado estudios clínicos sobre las posibles complicaciones asociadas al uso de estos microorganismos.
Los estudios a largo plazo diseñados para demostrar la seguridad de los probióticos en poblaciones de riesgo son escasos. Esta situación, así como el creciente uso de probióticos en pacientes vulnerables, requiere recomendaciones concisas y procesables sobre cómo trabajar para conseguir un uso seguro y eficaz de los probióticos. La ISAPP convocó una reunión para debatir y elaborar recomendaciones basadas en pruebas sobre los posibles riesgos agudos y a largo plazo, los riesgos para las poblaciones vulnerables, la importancia de que la calidad de los productos probióticos se ajuste a las necesidades de las poblaciones vulnerables y la necesidad de notificar los acontecimientos adversos relacionados con el uso de probióticos.
La secuenciación genómica es esencial
Los investigadores concluyeron que la base para evaluar la seguridad de cualquier cepa probiótica es una secuencia genómica completa, que debe realizarse antes de incorporar nuevas especies a los procesos de fabricación de alimentos y suplementos.
"Esto permite asignar la cepa a un grupo taxonómico determinado, lo que permite revisar los riesgos publicados asociados a la especie. Una secuencia genómica completa también permite la identificación a nivel de cepa, lo que puede ser importante para el seguimiento de la cepa durante la producción y para investigar la etiología de presuntas infecciones. Además, el genoma puede interrogarse en busca de genes preocupantes, como toxigenicidad, patogenicidad o resistencia a los antibióticos",
subraya el artículo.
Los científicos llevan varios años preocupados por la posibilidad de transferir genes de resistencia a la microbiota intestinal. En un estudio publicado en 2022, Alexander Crits-Christoph, PhD, y sus colegas afirmaron que los avances en la secuenciación metagenómica pueden ayudar a prevenir el uso de nuevos probióticos que podrían contribuir a la resistencia a los antibióticos en los pacientes.
Cuidados esenciales
Las cuestiones relacionadas con la formulación segura de productos probióticos incluyen la necesidad de establecer la pureza, la potencia (es decir, la cantidad de microbios vivos suministrados) y la composición del producto final. Además, los productos probióticos deben someterse a pruebas adecuadas (adaptadas al uso previsto) para detectar posibles contaminantes.
"Dado que los probióticos están diseñados para ser administrados como microbios vivos, la contaminación con microbios patógenos o potencialmente patógenos es un riesgo mayor que en el caso de los productos sometidos a un proceso de esterilización intencional", escriben los autores.
También es esencial manipular y administrar correctamente los probióticos. Antes de prescribir probióticos, el médico debe tener en cuenta el estado de salud del paciente y los riesgos potenciales.
El ensayo Probiotics in Pancreatitis Trial (PROPATRIA) planteó un ejemplo de riesgo potencial. Los resultados de este estudio sugieren que el uso enteral de algunos preparados probióticos podría estar contraindicado en pacientes con condiciones de salud graves.
Los especialistas de la ISAPP concluyeron que se necesitan más estudios sobre los efectos a largo plazo de los probióticos, sobre todo en los grupos más vulnerables, y rigor en la recogida y notificación de datos sobre acontecimientos adversos.
Aunque los especialistas confirman la necesidad de conocer la composición genética completa de un probiótico como piedra angular para evaluar su seguridad, las evaluaciones de la seguridad a largo plazo de los probióticos deben ser coherentes con los requisitos normativos actuales para los fármacos biológicos, incluidos los trasplantes microbianos fecales, y no más estrictos que ellos.
Este artículo ha sido traducido de la edición portuguesa de Medscape.
コメント