POR IGNACIO PANTOJA
Fuente: Autismo en vivo | 08/10/2021
Fotografía: Pixabay
“¿Y por qué no?- le dije a un amigo tea.
“Porque me han hecho muchísimo daño y no quiero llevarme más golpes”- me contestó- “por ello solamente me relacionaré con otros autistas”.
Esto es algo que he encontrado muchas veces a lo largo de mi vida, algo que me han repetido muchos autistas.
El bullying que nos han machacado los neurotípicos en nuestra infancia y adolescencia nos ha dejado demasiado marcados, y después de 20 años, cuando ya casi todos somos cuarentones, rechazan a los neurotípicos como si de la peste se trataran, no queriendo ni verles.
Pero yo no pienso así, en la UAM conocí a muy buenos amigos, todos ello neurotípicos.
Es cierto que al principio tuve mucho miedo, sentía miedo de que se rieran de mí o me agrediesen y, al principio, no di con los nts adecuados y me infligieron mucho daño como ya he contado en otros artículos.
Sin embargo, el valor y mis ganas de seguir luchando hicieron que siguiese empeñado en encontrar amigos en mi antigua facultad de biología y, ¡oh milagro!, al tercer año de estar allí me llamaron para salir la noche del 31 de octubre con ellos.
Desde entonces empecé a ver a los neurotípicos de otra manera, ya no como enemigos, sino como compañeros y, a veces, como maestros.
Sobre todo me fue más fácil con las chicas porque con su empatía y su instinto maternal me han ayudaron más a incluirme en la facultad.
Durante los nueve años que estuve en biología hubo neurotípicos que me hicieron ghosting con muy mala intención, pero hay otros que fueron amigos míos y me sacaron de casa muchas veces y escucharon siempre mis problemas.
Y éstos no han sido la mayoría, pero es que no se puede ser amigo de todo el mundo.
No se debería restringir la amistad al guetto autista, al igual que hay neurotípicos excelentes personas hay autistas profundamente tóxicos.
Por ello animo a todos los autistas a que sigan intentando hacer amigos neurotípicos, a que no se cierren la puerta, a que les acepten como algunos de ellos nos aceptan a nosotros.
Si no lo han conseguido es porque no han dado con los neurotípicos adecuados que les acepten y se abran a la amistad.
Queda mucho por caminar, pero el TEActivismo es inclusivo y no mira hacia adentro sino hacia afuera y, por ello, nosotros no debemos de imitar el coportamiento de los neurotípicos que nos han hecho daño sino ser mejores que ellos.
Este artículo va dedicado a todos los neurotípicos que han sido, son y serán mis amigos.
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