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¿Pueden los ácidos grasos omega-3 mejorar la salud neurocognitiva y el rendimiento mental?




POR DENISE VOIGHT

Fuente: Autism Parenting Magazine | 13/04/2021

Fotografía: Pixabay.com



Hoy en día los omega-3 son cada vez más populares debido a sus beneficios clínicamente probados para mejorar la salud mental.


Durante siglos, el uso de los ácidos grasos omega-3 de los aceites de pescado se ha recomendado para la salud cardiovascular, pero hoy en día, los omega-3 son cada vez más populares debido a sus beneficios clínicamente probados para mejorar la salud mental. Hay dos tipos principales de ácidos grasos omega-3, conocidos como EPA (ácido eicosapentaenoico) y DHA (ácido docosahexaenoico), que potencian la claridad mental a lo largo del día mejorando la función cognitiva.


El DHA, en particular, es un nutriente esencial que favorece el desarrollo y el funcionamiento adecuados del cerebro durante toda la vida de una persona. Sin embargo, el cuerpo puede tener dificultades para producir cantidades suficientes de DHA. De hecho, las investigaciones indican que alrededor del 70% de los estadounidenses tienen una deficiencia de omega-3.


Por lo tanto, la suplementación con ácidos grasos omega-3 es una parte importante de la dieta diaria. Tomar omega-3 con regularidad ayuda al cuerpo a mantener cantidades suficientes de DHA, lo cual es esencial, ya que los niveles inadecuados de DHA están relacionados con deficiencias cognitivas que incluyen la pérdida de claridad mental y la inquietud.


Se ha demostrado que el EPA interrumpe la actividad de las enzimas que influyen en el desarrollo de la inflamación en diferentes partes del cuerpo, incluido el cerebro. De hecho, las investigaciones indican que los ácidos grasos omega-3 se dirigen a la inflamación que puede afectar a los nervios del cerebro, y esto es especialmente beneficioso porque los nervios inflamados pueden conducir a la aparición de un deterioro neurocognitivo, así como a ciertas condiciones psiquiátricas.


Sin embargo, las células cerebrales utilizan rápidamente el EPA, lo que significa que es necesario consumirlo continuamente a través de los alimentos o los suplementos dietéticos para experimentar los beneficios a largo plazo. Consumir una dieta que ofrezca un rico suministro de ácidos grasos omega-3 es la clave para experimentar una energía mental sostenida, concentración, velocidad de procesamiento rápida y una memoria de trabajo óptima durante todo el día.


Además de potenciar la función cognitiva, los omega-3 también se dirigen a problemas como la hiperactividad, los problemas de memoria, los déficits de comportamiento, las dificultades psicosociales y los problemas de aprendizaje. Estas propiedades son útiles para los niños que luchan a lo largo del día por mantenerse concentrados y tranquilos. Según las investigaciones, el mecanismo responsable de estos beneficios tiene que ver con la capacidad de los ácidos grasos omega-3 de aumentar la producción de dopamina, que es un mensajero químico clave (neurotransmisor) en el cerebro.


La dopamina influye en el procesamiento de la memoria, la atención, el aprendizaje, el control emocional y el estado de ánimo. Los niveles bajos de omega-3 también pueden causar cantidades insuficientes de dopamina en el cerebro, y esto parece estar relacionado con una mayor incidencia de características psiquiátricas (por ejemplo, inquietud, hiperactividad, problemas psicosociales) y trastornos. En otras palabras, los suplementos de omega-3 pueden ser una buena alternativa para aumentar el rendimiento mental y el comportamiento, especialmente en los niños.

La capacidad de los omega-3 para mejorar el cansancio, así como el aprendizaje, la hiperactividad, el comportamiento y los problemas psicosociales, al dirigirse a los mensajeros químicos del cerebro, se ha demostrado repetidamente mediante estudios clínicos. Estos estudios compararon grupos de niños que tomaban regularmente suplementos de omega-3 con otros grupos de niños que tomaban un placebo.


Un estudio clínico, que supuso la evaluación del rendimiento mental de los niños que tomaron el suplemento o el placebo durante al menos tres meses, demostró un mayor desarrollo del lenguaje en los niños que consumieron el suplemento. Este tipo de estudios también demostró que los niños que tomaron el suplemento de omega-3 mejoraron en términos de capacidad de deletreo, capacidad de respuesta social, comportamiento general y nivel de lectura.


Además, los niños con dificultades emocionales y de desarrollo que empezaron a tomar suplementos de omega-3 con regularidad experimentaron una reducción de los niveles de letargo y empezaron a aumentar su uso de los gestos. Basándose en estos resultados, se consideró que los ácidos grasos omega-3 son nutrientes beneficiosos que ayudan a los niños que tienen problemas educativos y cuestiones como la hiperactividad. En general, mantener unos niveles suficientes de ácidos grasos omega-3 en el cerebro es fundamental para abordar diversos tipos de problemas neurocognitivos.



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Este artículo apareció en el número 99 - Navegando por las relaciones con el autismo: https://www.autismparentingmagazine.com/issue-99-navigating-relationships-with-autism/


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