POR KATHERINE G. HOBBS
Fuente: Autism Parenting Magazine | 18/06/2021
Fotografía: Pixabay.com
¿Sabía que el trastorno del espectro autista (TEA) puede detectarse en bebés, niños pequeños y niños de corta edad, aunque muchos niños del espectro no reciben un diagnóstico hasta los dos o tres años?
Este artículo repasa los principales síntomas y características del autismo en bebés y niños pequeños en un esfuerzo por ayudar a más padres y cuidadores a obtener un diagnóstico temprano para sus hijos.
Diagnóstico de los niños con trastorno del espectro autista
El Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares (NINDS) cita cuatro síntomas principales "clásicos" que suelen utilizar los pediatras para diagnosticar a los niños con autismo:
Poca capacidad de comunicación
Intereses restringidos
Conductas estimulantes y repetitivas
Habilidades verbales limitadas o nulas
Sin embargo, muchos de los anteriores son casi imposibles de ver en un bebé pequeño que aún no está en edad de hablar o desarrollar intereses. Esto significa que muchos padres no buscan el diagnóstico hasta una etapa posterior, y su hijo podría perderse los beneficios de la intervención temprana.
Así pues, vamos a desglosar algunos de los primeros signos de autismo a los que los padres pueden prestar atención.
¿Cuáles son los primeros signos de autismo en los bebés?
Cada bebé y adulto con trastorno del espectro autista mostrará síntomas únicos, pero hay varios rasgos clave que pueden apuntar al autismo.
1. Falta de compromiso físico con los padres
Es posible que los bebés autistas no se relacionen con su cuidador del mismo modo que los bebés neurotípicos. Por ejemplo, un bebé con autismo puede no responder a los arrullos o ignorar movimientos como saludar y aplaudir.
2. Contacto visual limitado
Una madre puede notar que su bebé no establece contacto visual mientras lo amamanta. Los bebés autistas pueden tener dificultades para sonreír o reírse. Además, los bebés autistas pueden ser más quisquillosos y difíciles de consolar que sus compañeros neurotípicos.
3. Problemas de procesamiento sensorial
Las texturas, la ropa de cama y la ropa (especialmente las telas nuevas) pueden causar angustia a los bebés del espectro. También se sienten abrumados por los juguetes que hacen ruido o tienen luces intermitentes.
4. Deterioro de la interacción social
Los primeros signos de interacción social alterada pueden aparecer entre los seis y los nueve meses, cuando los bebés neurotípicos empiezan a imitar y responder a las personas que les rodean. Los bebés con trastorno del espectro autista no suelen sonreír ni reírse cuando juegan a un juego tonto, y algunos pueden quedarse con la mirada perdida y parecer ajenos al juego. Otros pueden incluso mostrar angustia ante el sonido de la risa. Sin embargo, una voz molesta o fuerte puede no sobresaltarles ni significar nada para ellos.
Otros hitos del desarrollo que pueden no cumplir son responder a su nombre. También es posible que no balbuceen a los seis meses, que es cuando suelen empezar a hacerlo los bebés neurotípicos. A los 18 meses, la mayoría de los bebés participan en juegos imaginativos. Sin embargo, es probable que los bebés con autismo no muestren interés o se pongan nerviosos.
¿Cuáles son los signos del autismo en los niños pequeños?
Los niños pequeños con autismo suelen mostrar una progresión de los síntomas expresados durante la infancia. Los niños pequeños autistas pueden expresar su frustración mediante rabietas o arrebatos.
El diagnóstico de autismo en niños pequeños es mucho más frecuente que en niñas. Los niños (y algunas niñas) de dos a cuatro años suelen empezar a mostrar síntomas asociados al autismo, como
1. Habilidades sociales deficientes
Es probable que los síntomas del autismo se hagan más evidentes cuando el niño pequeño empiece a conocer a otros niños en la escuela o la guardería y tenga dificultades con las habilidades sociales.
2. Intereses restringidos
El niño puede tener una fascinación por uno o dos tipos de juguetes o temas y poco interés por otros juegos.
3. Problemas sensoriales
La desregulación sensorial suele ser más difícil de manejar para un niño pequeño, ya que recibe estímulos intensos que los niños neurotípicos disfrutan. Los acontecimientos angustiosos pueden ser las fiestas de cumpleaños o las salidas en grupo.
Dificultad pronunciada para conectar con sus cuidadores. Los problemas detectados cuando el niño era un bebé continuarán.
4. Comportamientos desafiantes
Pueden desarrollarse relaciones agresivas o apáticas con los cuidadores. La agresividad puede ser un signo de frustración, miedo o dolor que el niño intenta comunicar.
En qué se diferencian los signos de autismo en las niñas de los niños
Los primeros signos de autismo son a veces más claros en los niños que en las niñas. Según los especialistas en comportamiento infantil de la Clínica Cleveland, situada en Ohio, sólo uno de cada tres niños diagnosticados de autismo es mujer. Sólo una niña por cada nueve niños es diagnosticada de autismo de alto funcionamiento o síndrome de Asperger. Los niños pequeños pueden ser diagnosticados erróneamente con trastornos de la comunicación social o del desarrollo.
Un estudio realizado por la Clínica Cleveland sobre 300 niñas sugiere que las mujeres autistas tienen menos probabilidades de presentar síntomas "clásicamente masculinos". Estos incluyen intereses restringidos, dificultades en situaciones sociales, episodios de intensa agitación y autolesiones.
Estas niñas suelen ser etiquetadas con retrasos en el desarrollo, pero sin el diagnóstico de autismo, su acceso a los recursos y a la atención se ve limitado. La Clínica Cleveland recomienda ser proactivo y acudir al pediatra si nota algún signo de que su hija pueda ser autista, especialmente si está entre las revisiones médicas periódicas.
¿Cuándo se puede diagnosticar el autismo a mi hijo?
Según el Centro de Control de Enfermedades (CDC), el diagnóstico de autismo puede darse adecuadamente a los 18 meses de edad o antes. Los médicos detectan los trastornos del espectro autista en las revisiones de bienestar de los nueve meses, los 18 meses, los dos años y los tres años. Muchos niños con autismo no reciben un diagnóstico oficial hasta que cumplen dos o tres años. Suele ser después de que el niño haya empezado a ir a la escuela. Es entonces cuando los problemas de habilidades sociales del niño se hacen evidentes. Nunca es demasiado tarde para obtener un diagnóstico y empezar a identificar recursos que ayuden a hacer más fácil la vida con el autismo.
Cuanto antes se diagnostique al niño (sobre todo en sus años de formación), antes podrá empezar la terapia o el tratamiento.
¿Cuándo acudir al pediatra?
Durante las revisiones, el pediatra de su hijo evaluará los progresos de su desarrollo. Sin embargo, entre una cita y otra, puede notar signos de autismo o sugerencias de que su hijo no se está desarrollando de forma similar a sus compañeros. Es posible que no se relacione con usted de la misma manera que otros bebés se relacionan con sus padres, o que muestre algunos de los otros síntomas mencionados anteriormente.
Si crees que algo va mal, consulta al pediatra de tu hijo para que le haga una serie de exámenes diagnósticos. Estos exámenes no son invasivos y suelen incluir una evaluación del comportamiento y del desarrollo. También es posible que le entreguen un cuestionario para usted y otros cuidadores en la vida de su hijo.
¿Qué debe llevar a su cita?
A algunos padres les resulta útil llevar una lista de los síntomas que sospechan que pueden ser autistas. Puede llevar un registro de la frecuencia con la que se produce cada comportamiento para tenerlo como referencia. Este tipo de documentación permitirá al pediatra de su hijo hacerse una mejor idea del tiempo y la frecuencia con que aparecen los síntomas de su hijo.
La mayoría de los niños con autismo desarrollan sus habilidades de forma tardía, o incluso pueden sufrir un retroceso en sus habilidades sociales y en el procesamiento sensorial.
Pedir una segunda opinión
Si su médico no está seguro de si el diagnóstico de autismo es apropiado para su hijo, los CDC recomiendan buscar una segunda opinión. Las primeras intervenciones pueden servir de base para las futuras terapias de su hijo.
También sugieren actuar con prontitud, ya que las intervenciones pueden cambiar la trayectoria del desarrollo de su hijo y mejorar los resultados en la escuela y las relaciones. Los CDC citan que, en los tres primeros años de la vida de un niño, sus comportamientos son más maleables y que los niños son más propensos a cambiar los hábitos indeseables y a adoptar los positivos con mayor voluntad durante estos años. Sugieren que se prueben varias intervenciones hasta encontrar una (y un terapeuta) a la que su hijo responda mejor.
¿Cuáles son las intervenciones tempranas para el TEA?
Una vez que hayas detectado los signos de autismo y recibido un diagnóstico precoz, puedes pensar en los siguientes pasos. Psiquiatras, psicólogos y terapeutas ocupacionales pueden ayudar a los niños autistas. A continuación se enumeran las intervenciones y terapias más populares:
Modelo Early Start Denver
El ESDM es un programa basado en la relación que fomenta la retroalimentación positiva, las actividades compartidas y la participación de los padres.
Análisis conductual aplicado
Muchas familias optan por utilizar el ABA, que también fomenta un sistema de recompensas positivas y el compromiso de los padres con el programa.
Sistema de comunicación por intercambio de imágenes
El PECS enseña a los niños no verbales y semiverbales a comunicarse mediante imágenes y símbolos.
Intervención conductual verbal
El VBI también se utiliza con los niños que tienen dificultades para hablar, pero en lugar de comunicarse con imágenes, se centra en la enseñanza de la comunicación verbal.
Entrenamiento en ensayos discretos y entrenamiento en respuestas pivotantes
El DTT y el PRT se centran en los retos conductuales y motivacionales que puede experimentar un niño pequeño con autismo.
Terapia DIR/Floortime
DIR/Floortime tiene como objetivo ayudar a los niños con TEA a conectarse mientras utilizan sus intereses y pasiones para desarrollar habilidades de compromiso, pensamiento simbólico, aumentar el pensamiento lógico y mejorar la interacción.
Conclusión
Aunque el autismo se diagnostica con mayor frecuencia cuando un niño pequeño no ha alcanzado los hitos populares durante los años de formación y/o cuando el desarrollo del niño ha sufrido un retroceso repentino, algunos expertos creen que hay signos de autismo que apuntan a un diagnóstico más temprano en la vida del niño.
Aunque no todas las personas autistas pueden ser diagnosticadas cuando son bebés, recibir un diagnóstico antes de llegar a la edad preescolar tiene muchas ventajas.
Si su hijo muestra signos de autismo, aunque sean leves, asegúrese de documentarlos y de compartir sus preocupaciones con el médico de su hijo. Cuanto antes se diagnostique a un niño con autismo, antes podrán las familias y los especialistas trabajar con el niño utilizando las intervenciones populares y las terapias seleccionadas.
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