POR ANTONIO LOPEZ
Fuente: Autismo en Vivo | 12/12/2021
Fotografía: Pixabay.com
El carácter divergente de los Asperger los lleva a comportamientos algo o incluso muy excéntricos.
Si bien es recomendable saber gestionar bien las emociones y saber comportarse según las normas sociales, ello cansa psicológicamente a las personas Asperger, hasta el punto de que no pueden soportar su máscara por más tiempo. Se les acaban las pilas y ya no pueden actuar más. Necesitan, como casi cualquier persona, ser ellos mismos y encontrar su espacio de confort, que muchas veces es la soledad realizando sus tareas preferidas.
Con el tiempo quienes mejor te conocen no tienen otra que aceptarte tal como eres, al menos hasta cierto punto. Con quienes no te conocen y sobretodo si no saben el porqué de tu comportamiento o no entienden bien las características de tu condición ya resulta más difícil. Ahí la diferencia viene en gran parte según el grado en que te importen las personas en cuestión. Obviamente sabe mal con quienes te importan o necesitas tener una buena relación, pero con quienes no te importan tanto entonces te relajas más.
Al final es una cuestión de salud mental saber aceptarse a uno mismo tal y como es, y realmente en la mayoría de los casos no es tan grave. A veces uno acaba riéndose de si mismo y pensando: ¡Soy un sinvergüenza! La capacidad y el hábito de tomarse las cosas con sentido del humor es una bendición para el bienestar emocional y resulta una gran liberación poder ver las cosas de esta forma.
Desacomplejarse de la condición Asperger es una gran virtud, siempre y cuando no implique hacer nada grave u ofender a los demás. Si es el caso, siempre se está a tiempo de pedir disculpas y explicar el porqué de lo sucedido. Algunos lo entenderán y aceptarán, y algunos otros quizás no. En cualquier caso, resulta también una tarea de divulgación de la que se puede beneficiar no sólo uno mismo sino el resto del colectivo. Entre todos tenemos que contribuir a hacer conocer nuestra realidad para que sea comprendida y aceptada cada vez más por la sociedad.
Lo interesante es que uno tiene que hacerse cargo siempre de algún comentario que hemos hecho frente a la hipocresía de otro individuo o colectivo, pero ellos jamás se hacen cargo de su hipocresía e irracionalidad de sus posturas. El que "tiene el problema" es el Asperger, el "raro", el "antisocial". Pero el hipócrita no solo es socialmente aceptado, sino incluso idolatrado.