POR REDACCIÓN RC
Fuente: raisingchildren.com.au | 17/04/2023
Fotografía: RC | Pixabay
Puntos clave
Los niños y adolescentes autistas pueden experimentar ansiedad con mayor intensidad y frecuencia que los niños con un desarrollo típico.
Para controlar la ansiedad hay que empezar por identificar los factores desencadenantes y reconocer los sentimientos de ansiedad.
Las estrategias para controlar la ansiedad incluyen la relajación, los apoyos visuales y la práctica para situaciones estresantes.
Si su hijo está muy ansioso, es bueno que reciba apoyo de un psicólogo u otro profesional de la salud.
Sobre la ansiedad en niños y adolescentes autistas
Los niños autistas sienten muchas de las mismas preocupaciones y miedos que los niños con un desarrollo típico.
Pero los niños autistas también pueden preocuparse o sentirse estresados por cosas que son menos preocupantes para los niños con un desarrollo típico. Por ejemplo:
pequeñas alteraciones de sus rutinas o nuevas sensaciones corporales
situaciones sociales desconocidas o impredecibles
situaciones en las que es difícil saber lo que piensan o sienten los demás
sus propios pensamientos y sentimientos, especialmente cuando provocan síntomas físicos desconocidos o desagradables
falta de acceso a sus intereses especiales.
Cuando los niños y adolescentes autistas aprenden habilidades prácticas para reducir su ansiedad, esto puede tener un efecto positivo en su vida diaria.
Signos de ansiedad en niños y adolescentes autistas
Cuando los niños autistas se preocupan o se ponen ansiosos, la forma en que muestran su ansiedad puede parecerse mucho a las características comunes del autismo: estimulación, intereses especiales y resistencia a los cambios de rutina.
Además, como los niños autistas tienen dificultades para reconocer sus propios pensamientos y sentimientos de ansiedad, no siempre pueden decirle que se sienten ansiosos. En su lugar, es posible que observe un aumento de los comportamientos desafiantes.
Por ejemplo, su hijo ansioso puede:
tener más problemas para dormir
tener crisis o arrebatos emocionales
evitar las situaciones sociales o aislarse de ellas
hacerse daño, como golpearse la cabeza, arañarse la piel o morderse las manos.
La ansiedad es una parte natural de la vida y algo que todo el mundo experimenta en algún momento.
Pero hay cosas que puede hacer para aliviar las preocupaciones de su hijo y animarle a controlar sus propios niveles de ansiedad.
Factores desencadenantes de la ansiedad: cómo identificarlos en niños y adolescentes autistas
Averiguar qué provoca ansiedad en su hijo autista es un primer paso para reducir su ansiedad y ayudarle a controlarla.
Dado que los niños y adolescentes autistas pueden tener dificultades para comprender y gestionar las emociones, es posible que tenga que leer las señales de su hijo y averiguar qué le hace sentirse ansioso o estresado.
Algunos de los desencadenantes habituales de la ansiedad en los niños autistas son:
cambios en la rutina: por ejemplo, no ir a la clase de piano semanal porque el profesor está enfermo
cambios en el entorno: por ejemplo, una casa nueva, un nuevo equipo de juego en el parque local o muebles en lugares diferentes de casa
situaciones sociales desconocidas: por ejemplo, una fiesta de cumpleaños en una casa desconocida
sensibilidad sensorial: por ejemplo, a determinados ruidos, luces brillantes, sabores o texturas de alimentos
miedo a una situación, actividad u objeto concretos: por ejemplo, a dormir en su propia cama, ir al baño, los globos o las aspiradoras.
momentos de transición: por ejemplo, un nuevo curso escolar, el inicio de la enseñanza secundaria o el comienzo de la pubertad.
Una vez descubiertas las cosas que provocan ansiedad en tu hijo, puedes pensar en la mejor manera de ayudarle a controlar su ansiedad en estas situaciones. Por ejemplo:
ayudar a su hijo a reconocer lo que le produce ansiedad
animarle a utilizar estrategias de relajación y calma
crear herramientas visuales que le ayuden a superar las situaciones de ansiedad
darle oportunidades para que practique cómo manejar situaciones de ansiedad.
También es útil que otras personas que cuidan de tu hijo (por ejemplo, cuidadores, profesores y familiares) sepan qué le produce ansiedad y cómo pueden ayudarle a manejarla en esas situaciones.
Cómo ayudar a los niños y adolescentes autistas a reconocer la ansiedad
Es posible que su hijo autista necesite aprender cómo se siente la ansiedad en su cuerpo. Por ejemplo, cuando su hijo se siente ansioso:
le sudan las palmas de las manos
siente el estómago raro
el corazón late más deprisa
las manos se agitan.
Puede dibujar el contorno del cuerpo de una persona. Ayúdale a dibujar o escribir lo que ocurre en cada parte de su cuerpo cuando se siente asustado o preocupado.
Estrategias de relajación y calma para niños y adolescentes autistas ansiosos
Puedes ayudar a tu hijo a aprender formas de calmarse cuando empiece a sentirse ansioso o estresado.
Por ejemplo:
contar lentamente hasta 10
respirar profundamente 5 veces
dar 5 vueltas al patio
dar 50 saltos en la cama elástica
mirar una colección de sus cosas favoritas o especiales
leer un libro favorito
cerrar los ojos unos instantes
ir a un lugar tranquilo de la casa.
Haz que tu hijo practique estas estrategias cuando esté tranquilo. Cuando su hijo las conozca bien, puede guiarle suavemente para que las ponga en práctica cuando se sienta ansioso.
Herramientas visuales para ayudar a los niños y adolescentes autistas a prepararse para situaciones de ansiedad
Si los apoyos visuales y las historias sociales funcionan bien con su hijo, puede utilizar estas herramientas para ayudarle a prepararse para situaciones que le producen ansiedad.
Por ejemplo, si su hijo se pone ansioso cuando le deja en el colegio, puede hacerle fotos de lo que va a hacer: entrar por la puerta del colegio, sentarse en clase, hacer deporte, comer, etc. También puede hacerle fotos de lo que va a hacer cuando le deje en casa. También puede hacer fotos de lo que haréis cuando no estéis juntos, como volver a casa en coche, hacer la compra, trabajar en el jardín, etc. También sería importante que tuviera una imagen clara del momento en que vuelves a recoger a tu hijo.
Si su hijo se pone nervioso cuando hay un cambio de rutina, los horarios visuales diarios o semanales pueden ayudarle a prepararse. Cuando sepas que va a haber un cambio (por ejemplo, no habrá clases de natación en vacaciones), puede indicarlo en el horario. Antes de que se produzca el cambio, consulte regularmente el horario con su hijo para que sepa que la rutina semanal será diferente.
A algunos niños les gusta que les avisen de un cambio o de un acontecimiento con un día de antelación. A otros les gusta saberlo con una semana de antelación. Pero para algunos, avisar con demasiada antelación puede significar que se preocupen hasta que se produzca el acontecimiento.
Oportunidades para practicar el manejo de situaciones de ansiedad
Si le da a su hijo oportunidades para practicar situaciones que desencadenan su ansiedad, puede ayudarle a comprenderlas y a sentirse más preparado para afrontarlas.
Por ejemplo, si ir a la peluquería le produce ansiedad, puede llevarle a practicar. Puede preguntar en la peluquería si puede ir en un momento del día tranquilo y repasar los pasos con su hijo. También puede ver cómo le cortan el pelo a otra persona.
Si su hijo se pone nervioso en situaciones sociales, pueden practicar juntos. Podéis practicar diferentes situaciones y turnaros en los distintos papeles. Procure que las situaciones sean breves y sencillas, y anime y elogie a su hijo.
Ayuda para controlar la ansiedad en niños y adolescentes autistas
Si su hijo es muy ansioso, un psicólogo puede ayudarle. Un psicólogo puede trabajar directamente con su hijo y su familia para desarrollar estrategias que reduzcan la ansiedad.
Los psicólogos utilizan diversos enfoques:
Terapia cognitivo-conductual: ayuda a los niños a desarrollar habilidades para cambiar su forma de pensar en situaciones que les provocan ansiedad.
Terapias y apoyos que utilizan la exposición gradual para ayudar a los niños a enfrentarse a sus miedos.
Historias sociales: pueden preparar a los niños para situaciones desconocidas o estresantes que generalmente les provocan ansiedad.
Entrenamiento en relajación: puede ayudar al niño a aprender a relajarse.
Los terapeutas ocupacionales especializados en salud mental son otra opción para ayudar a su hijo a controlar la ansiedad.
Puede pedir a su médico o pediatra que le recomiende un psicólogo o terapeuta.
Los medicamentos también pueden reducir los síntomas de ansiedad en los niños autistas. Suelen recomendarse sólo cuando la ansiedad afecta a la vida cotidiana del niño y otras estrategias no la han reducido lo suficiente. Puede hablar con su médico de cabecera o pediatra sobre esta opción.
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