Autismo: transición de la niñez a la adolescencia

POR MARÍA LAURA BRAZ. Pediatra. Neurólogo infantil. Divulgadora científica

Fuente: Webneuropediatria

Fotografía: Webneuropediatria

TODOS los jóvenes en el inicio de la adolescencia presentan cambios importantes en el humor, conducta, transformaciones corporales, dificultades para conciliar las pautas del hogar (algunos casos), identificación figuras de autoridad, creación de grupos compañeros, la primera atracción por otra persona y establecimiento/búsqueda de la identidad de género. En tal sentido, es una etapa compleja de transición.

Se suele considerar los términos pubertad y adolescencia como sinónimos, sin embargo, y aún cuando suceden de manera simultánea es importante aclarar estos términos.

Pubertad: hace referencia a los cambios físicos en el cuerpo que hacen que una persona sea biológica mente capaz de tener hijos, es una maduración orgánica.

Adolescencia: es el período de transición emocional y social entre la infancia y la madurez, es una maduración psicológica. Generalmente suele cursar con cierta inestabilidad emocional y ansiedad.

En relación al autismo, se ha observado desde un punto vista estadístico que los niños con Autismo a menudo maduran más lentamente que sus compañeros en los aspectos sociales, emocionales y de comunicación pero sus cuerpos se desarrollan a una velocidad similar a los demás. Es decir, la pubertad les llega a todos por igual, pero el jóven con autismo puede estar todavía psicológicamente en la infancia cuando sus compañeros están claramente en la adolescencia. Por otro lado, la adolescencia exhibe un aumento de las demandas o exigencias sociales las cuales pueden hacer más visibles las diferencias del chico con TEA con respecto a sus pares: intereses, temas de conversaciones, habilidades sociales. Consecuencias de esto: Se generan BRECHAS. El adolescente con autismo puede llegar a percibirse como “alguien diferente”, “Algo me sucede”, se dan cuenta que algo les pasa. Esto, puede conllevar a la SEGREGACIÓN: burlas, y sentimientos que en ocasiones desencadenan una depresión reactiva donde se generan cambios en el rendimiento escolar,  enojos. MIEDOS.

Paralelamente a esto se empiezan a generar cambios en la dinámica familiar generando inquietudes e incertidumbres en los padres: Autonomía, independencia, aspectos laborales y personales (relaciones de pareja, amistades).

¿Cómo podemos acompañar este proceso de transición de la persona con autismo de la niñez a la adolescencia y con ello, a la etapa adulta?

ANTICIPAR CAMBIOS QUE SE AVECINAN. APROXIMAR EL CONOCIMIENTO DE SU CONDICIÓN: es necesario que su hijo/a tenga una idea clara de los cambios que va sufrir su cuerpo antes de que empiecen realmente. En los niños las primeras señales suelen ser en torno a los 11 o 12 años, mientras que en las niñas es antes (alrededor de los 10 años) . A menudo los padres suelen sentirse un poco incómodos y sin recursos sobre cómo hablar de estos temas con su hijo adolescente así que una idea es hablarlo antes con tu pareja, con hijos mayores, terapeutas de confianza, psicólogo. los padres NECESITAN apoyo y acompañamiento en este proceso, sobre todo para hablarles de su condición. Sin embargo lo mas importante es hablar con normalidad, apoyo y siempre desde el respeto.

SER CLARO. Primero debemos saber y definir que queremos contarles y luego hacerlo de una forma sencilla, en pasos ordenados y sin matices. Recordemos que en el autismo las ideas deben ser CLARAS, CONCRETAS, DIRECTAS y PRECISAS.

ESPACIOS. El uso de espacios debe cambiar. Deben empezar pronto a enseñar el concepto e importancia de la privacidad. Los niños con TEA normalmente están siempre con alguien, sin embargo, no siempre será así y es necesario que aprenda a distinguir lo público de lo privado. Es importante en tal sentido, SIEMPRE reforzar el criterio de público y privado, enseñar los distintos tipos de relaciones y tener en cuenta la literalidad de las frases: por ejemplo: “sí, hay desnudarse para ducharse o para ponerse el pijama, pero hay que hacerlo en lugares privados”.

EN EL AUTISMO NADA ES OBVIO. La mayoría de los adolescentes de los amigos, la familia y la televisión. Los niños con TEA recogen menos información, la integran menos y no aprenden tan rápido relacionando información inconexa. No asumas que entiende ciertas cosas hasta que no lo compruebas e intenta practicar en la vida real, no te quedes solo con la teoría. Pregúntale tantas veces sea necesario, si entendió alguna consigna, explicación.

MANTÉN COMUNICACIÓN CON EL EQUIPO TERAPÉUTICO DE TU HIJO. Hablar con el médico, con los terapeutas puede ser una fuente de ideas útiles y hará que se mantenga la misma estrategia en la escuela, las terapias, en casa. Los docentes también pueden acompañar el proceso. MANEJO EN AMBIENTES NATURALES.

FOMENTA LA CONFIANZA EN TU HIJO. Explicar que los cambios que experimentan nos sucede a todos, incluyendo a ti papá y mamá. Los cuerpos de la gente cambian según crecen y le vas a explicar esto bien antes de que empiece a ver esos cambios entre sus compañeros y en él.). Ej. “Te vas a parecer más a un adulto como yo (u otra persona, un hermano mayor, por ejemplo).

CASOS NO VERBALES. Uso de material de apoyo: recursos/Ayudas visuales. Explicarles: “Tu cuerpo va a tener estos cambios” (Mostrar las imágenes, las cuales deben ser las más sencillas posible pero sin dejar de ser claras).

Enséñale como se llaman las partes intimas (Pene/Vagina) así como también las funciones corporales. Hablar sobre la higiene personal, uso de afeitadoras, tampones, toallas sanitarias. Si es necesario haga uso de apoyos visuales.

HABILIDADES SOCIALES. Se debe insistir en este particular, siempre en conjunto con las recomendaciones y apoyo del psicólogo.

IMPORTANTE. No sobreproteger. Dejarle hacer sus cosas. Enseñarle a decir NO.

Quizás pueda resultar compleja esta transición apreciados padres, sin embargo no es imposible lograr llevarla de la manera respetuosa y asertiva. Considero que lo más importante es que ustedes, de la mano del equipo terapéutico, puedan formarse con información que los ayude primeramente a ustedes y que esto les permita ayudar a sus hijos.