Estrategias para el bienestar emocional (II)

POR ALEX GARCIA

Fuente: Autismo en vivo

Fotografía: Bing Images

Barcelona, 03/08/2020

La vida de los TEA puede llegar a ser especialmente dura en lo que refiere al bienestar, o mejor dicho malestar, emocional. Es conveniente tener una serie de recursos y estrategias que nos sirvan para limpiar la negatividad y potenciar las emociones positivas.

Vaciar las emociones en el papel y preparar la respuesta asertiva. Las emociones negativas son nocivas para nuestra salud, por más que muchas veces no seamos conscientes de ello. Cuando estamos enfadados con alguien, a menudo, se nos genera un diálogo interno sobre lo que le diríamos a esta persona o lo que contaríamos a otra persona acerca de lo sucedido. Todos estos diálogos “en caliente” se pueden escribir en papel de forma que efectivamente soltamos este diálogo interno fuera de nuestra mente. Psicológicamente tiene un efecto significativo, por ridículo que pueda parecer.

Después, podemos leer lo escrito y ver cómo las emociones se han quedado ahí, en el papel, al menos en parte. Ello nos sirve también para ver la situación con más perspectiva, tomar distancia del asunto y valorar algo más objetivamente lo sucedido. Posteriormente, cuando se haya pasado el “calentón”, podemos reformular lo escrito de una forma más correcta y más reflexionada, que nos sirva de guion para formular nuestra respuesta a la persona que nos ha hecho daño de forma asertiva, correcta y controlada. Las formas importan en la percepción que los otros tienen de nosotros, y saber expresar las cosas de la forma correcta hace ganarnos el respeto de los demás.

Escribir y contar historias acerca de experiencias pasadas. Más allá de su propósito creativo y comunicativo, escribir historias acerca de las experiencias traumáticas puede tener un importante efecto terapéutico. Escribir y sobre todo contar historias traumáticas, sirve para liberar el dolor y la energía negativa, de forma que puedes llegar a ver el trauma y el sufrimiento desde fuera, lo cual tiene efectos terapéuticos y ayuda a aparcar este recuerdo en un rincón de nuestra memoria, y dejar lugar para nuevas experiencias y sentimientos positivos que transformen nuestra vida para mejor.

Contar historias personales nos sirve también para entender mejor quiénes hemos sido, quiénes somos y quiénes queremos ser. Es un proceso creativo, pero también de toma de conciencia que nos aporta claridad para tomar decisiones importantes y visionar nuestras posibilidades. Para optimizar este proceso es aún mejor hacerlo en grupo, ya que siendo escuchado y escuchando los comentarios críticos de los demás es como mejor se llega a dicho autoconocimiento y se gana madurez.

Éste es de hecho, uno de los propósitos de Autismo en Vivo, es el de facilitar al colectivo TEA una plataforma en que puedan contar sus historias personales, no solo para dar a conocer las problemáticas a las que nos enfrentamos, sino también para soltar las emociones negativas que dichas problemáticas nos generan, con el consiguiente efecto reparador que ello produce y también para tomar mejor conciencia de quienes somos, cómo somos y cómo queremos ser.

Hábitos potenciadores de positividad. Es fundamental desarrollar una serie de hábitos que generen por sí mismos energía y emociones positivas. Afortunadamente hay muchos de ellos muy asequibles o sin coste como los siguientes: deporte individual o en grupo preferentemente al aire libre, pasear, escuchar música energizante o relajante, actividades de ocio como películas (mejor comedias) o leer libros estimulantes, tener tu vivienda y lugar de trabajo bien limpio y ordenado, y por qué no, programas de radio y/o TV que transmitan positividad.

En otro orden, hay que destacar las bondades de hacer voluntariado, no sólo por la emoción positiva que conlleva sentirse útil a los demás y relativizar nuestros problemas en frente de los de otras personas, sino también por el hecho de rodearse de personas con buen corazón y espíritu generoso, que se encuentran a menudo en este tipo de actividades. En términos generales, preocuparte de los demás te ayuda a olvidarte y tomar distancia de tus problemas.

Meditación Vipassana. Ésta es una de las meditaciones más conocidas y practicadas, si bien la mayoría de la gente desconoce todo su potencial terapéutico en lo que refiere a sanar emociones negativas, que llevamos dentro y que nos llegan a causar ciertos problemas de salud. En una primera fase del aprendizaje, la meditación Vipassana consiste en concentrar toda la atención en nuestra respiración y con ello, desconectar nuestro ser de la mente, con la que solemos estar identificados. Con ello, conseguimos observar desde fuera los pensamientos que llegan a nuestra mente y dejarlos marchar, evitando todas las emociones negativas que éstos puedan crear, ganando perspectiva y ecuanimidad acerca de las situaciones y ahorrando toda la energía que perdemos “dándole vueltas a la cabeza”.

En una segunda fase de aprendizaje, la meditación consiste en escanear, paso a paso, todas las partes de nuestro cuerpo focalizando la atención en aquéllas en las que sentimos dolor o una tensión excesiva.

Después de focalizar la atención en estos puntos de tensión o dolor, esta tensión o dolor suele desaparecer y con ella se desbloquea también una emoción negativa. Aunque pueda costar de creer, doy fe de ello y lo cuento por experiencia propia.

La organización Dhama Neru organiza retiros de diez días en muchos lugares del mundo a lo largo del año, en los que se aprende este tipo de meditación, que sirve como terapia para enfermedades psicosomáticas, a la vez que para ganar en paz interior y bienestar emocional.

Para los que han realizado el curso o retiro de iniciación de diez días, es posible después asistir a cursos de menor duración o colaborar como voluntarios. Esta organización se financia exclusivamente a través de las donaciones de los participantes en los cursos o retiros.