Insomnio y depresión en las noches de verano

POR IGNACIO PANTOJA

Fuente: Autismo en vivo | 05/07/2024

Fotografía: Pixabay

Como he comentado varias veces el verano es una época de desconcierto en las personas autistas.

Yo siempre he sufrido mucho, desde hace 20 años en los primeros años de mi primera carrera universitaria, cuando llegaba el mes de julio se acababa la rutina, tanto los estudios como la cercanía de mis compañeros de universidad y todo se descontrolaba en un caos de ansiedad e incertidumbre.

Las vacaciones de verano suelen ser siempre una época muy negativa para las personas autistas a la par que larga en la que nos sentimos totalmente desorbitados por perder los puntos de sostén que teníamos durante el curso, la sensación excesiva de soledad y el desorden de tener un exceso de tiempo libre.

Durante estos últimos años ya no solo lucho contra la soledad sino que dos sensaciones más crudas me acompañan que son la depresión y el miedo al futuro.

Siempre he tenido la determinación de acabar la carrera, tuviese que soportar el esfuerzo que hubiese que soportar y los años que fuesen necesarios. Pero ahora que empiezo a ver a luz al final del túnel empiezo a tener miedo sobre lo que vendrá después, porque claro, en algún momento terminaré de estudiar y tendré que comenzar a trabajar.

Dicen que el miedo a trabajar se quita trabajando pero es una angustiante preocupación el pensar que después de 20 años de formación universitaria y tres títulos pueda llegar lo peor.

La vida para un autista es especialmente dura por los problemas de interacción social con otros seres humanos pero aún debe serlo más cuando envejezamos y nuestros no estén para apoyarnos en el día a día.

Divagando sobre estos temas me encuentro todas y cada una de las noches, la falta de apoyo y de comprensión de la sociedad en la vida adulta es algo que me causa verdadero miedo.

Pasa la una, las dos, las tres, a veces se hace de día y ni tomando ansiolíticos puedo conciliar el sueño.

Cada vez me siento más preocupado, más solo y más triste, como si entrase en una espiral que me arrastrase a las tinieblas profundas.

Ignacio F. Pantoja