POR RAQUEL MONTLLOR
Fuente: Autismo en Vivo | 27/04/2021
Fotografía: Raquel Montllor
Raquel Montllor es candidata a representar al colectivo de personas con autismo en el Instituto Municipal de Personas con Discapacidad del Ayuntamiento de Barcelona.
¿Quién es Raquel Montllor y a qué se dedica?
Soy profesora de inglés, educadora social, psicopedagoga y tengo un máster en educación especial. Tengo más de 10 años de experiencia en el sector educativo.
Algo me pasaba desde hacía muchos años, pero no sabía qué era. Notaba que era diferente, que me costaba entablar relaciones sociales, que tenía problemas para expresar todo lo que me pasaba por la cabeza y que me bloqueaba ante muchas situaciones cotidianas. Pasé por varios diagnósticos a lo largo del tiempo, como dificultades de aprendizaje y TDAH. Cuando me diagnosticaron Asperger a los 40 años entendí muchas cosas; y entonces empecé una nueva etapa de mi vida.
En ese momento empecé una nueva etapa de mi vida que he dedicado, desde entonces, a hacer actividades de difusión y dar visibilidad al TEA.
Estoy casada, tengo un hijo y, todo y que he estado mucho tiempo desocupada, ahora tengo un trabajo coherente con el objetivo de representación del colectivo TEA que me he marcado.
Ahora, intento ayudar a otras personas que también lo tienen. Entre otras cosas, hago actividades de difusión y visualización del TEA , como charlas en diferentes espacios para explicar en qué consiste el trastorno. También intento ayudar a las familias que tienen un miembro con síndrome autista .
¿Qué es y qué hace el Instituto Municipal de las personas con discapacidad?
Es un órgano municipal que intenta apoyar a las personas con discapacidad dentro del territorio barcelonés y que lleva a cabo diferentes iniciativas y pone a disposición de las personas con discapacidad algunos servicios como pueden ser acompañamiento para la obtención del servicio de asistente personal, asesoramiento laboral, transporte especial... encontráis más información en su web.
¿Por qué te presentas? ¿Qué puedes hacer si eres elegida en el IMPD?
Es importante que las personas autistas estemos representados y estemos en el máximo de instituciones posible. Sólo de esta manera se podrá visibilizar esta condición y se podrá actuar desde las diferentes instituciones. Es necesario coordinar un movimiento de reivindicación que ya se está llevando a cabo en diferentes partes del territorio, liderado por personas autistas que hablen de autismo y que sensibilicen y cambien la situación en todos los campos (que por desgracia aún son muchos) en los que nuestras vidas se ven afectadas por la falta de información o la falta de sensibilización.
¿Cuáles son las reivindicaciones principales para el colectivo autista que se pueden ayudar a resolver desde el IMPD?
El primero su existencia y heterogeneidad. El segundo, la posibilidad de acceder a una educación inclusiva, a un entorno laboral inclusivo, a un entorno sanitario inclusivo. Es decir, trabajar para la accesibilidad universal y el empoderamiento de las instituciones sobre la diversidad. Además, tenemos que trabajar muchísimo en términos de igualdad. Aún se defiende la máxima de que por cada mujer existen cuatro hombres autistas. Y se está comprobando que no es verdad y que hay un infradiagnóstico femenino brutal que es necesario corregir. También nos gustaría trabajar para unir al colectivo autista y para defender la necesidad de atención individual pero bajo un paraguas colectivo: yo tengo las necesidades que tengo porque soy yo: tenemos que abogar por un reconocimiento social completo del autismo, que se nos conozca y se nos reconozca la necesidad de apoyo a nivel institucional con, por ejemplo, la asignación de un 33% de discapacidad por tener diagnóstico de TEA.
¿Qué otras reivindicaciones del colectivo autista deberían poderse resolver desde otros organismos? ¿Qué organismos podrían resolverlas?
Todas. Deberíamos estar amparadas y amparados por todos los organismos públicos para que nos garantizaran el acceso a un empleo digno; a que no nos infantilizaran; a que nos dejaran acceder al servicio de asistencia personal; a que nos dejaran acceder al servicio de asistencia sexual; a la comprensión de las diferentes necesidades y perfiles sensoriales que tenemos, y cómo este aspecto condiciona nuestras vidas; a las comorbilidades; a no tener que mostrar un cuadro de ansiedad, fruto de la poca información sobre la condición que tiene la sociedad, para poder acceder a un grado de discapacidad que nos permita acceder a un lugar de trabajo dónde, igualmente, nos pagarán menos precisamente porque tenemos este grado discapacidad. Es una inclusión falsa. A mí nadie me da los apoyos necesarios para que yo haga el trabajo que tengo que hacer y me puedan pagar un sueldo completo. Esto debería hacerse. Por no hablar de las faltas de apoyo y recursos en educación o la falta de accesibilidad en entornos sanitarios que hace que muchas personas neurodiversas no vayan al médico tan a menudo como deberían: las afectaciones que desarrollan luego contribuyen también a disminuir su esperanza de vida. Estamos muriendo más jóvenes porque el sistema no nos acompaña. Estamos suicidándonos porque el sistema no nos acompaña y no nos entiende. Yo reivindico la vida. Y ahora lo hago desde el IMPD, desde CERMI Mujeres, desde la Federació Catalana d'Autisme, y cuantas más plataformas me den, en más sitios seguiré reivindicando mi derecho, nuestro derecho, de vivir una vida digna, no infantilizada y de calidad.
Para más información, puede ponerse en contacto conmigo directamente a través de mi blog raquelmontllorlinares.wordpress.com
Comentarios