Fuente: National Autistic Society / 20/08/2020
Fotografía: Pixabay
Algunas personas autistas se autolesionan como forma de afrontar o expresar una angustia emocional abrumadora.
Si trabaja con personas autistas y le preocupa que alguien a quien apoya se esté autolesionando, esta guía explica los signos a los que debe prestar atención y cómo buscar ayuda. Para los profesionales de la medicina y la salud mental, exploramos las opciones de tratamiento.
¿Qué es la autolesión?
La autolesión se produce cuando alguien se daña o hiere intencionadamente su cuerpo. Suele ser una forma de afrontar o expresar una angustia emocional abrumadora.
A veces, cuando las personas se autolesionan, sienten en cierto nivel que tienen la intención de morir. Más de la mitad de las personas que mueren por suicidio tienen un historial de autolesiones.
Pero la intención es más a menudo la de castigarse, expresar su angustia o aliviar una tensión insoportable. A veces es una mezcla de las tres cosas.
“Las autolesiones también pueden ser un grito de ayuda".
Los investigadores sugieren tres etapas o razones que pueden subyacer a la autolesión:
factores predisponentes: son los factores que subyacen al problema, pueden ser problemas específicos de salud mental, por ejemplo, ansiedad, depresión, etc.
factores precipitantes: es el acontecimiento real que desencadenó la autolesión
factores de perpetuación: es la razón por la que la persona puede seguir autolesionándose.
Causas de las autolesiones en los autistas
Las personas autistas pueden tener dificultades para comunicarse y entender a los demás. Esto puede incluir cosas como dar sentido a sus propios sentimientos, comunicar cómo se sienten e interactuar y socializar con los demás. Estas dificultades pueden significar que son más propensos a experimentar ansiedad y depresión, lo que puede hacer que los autistas sean más vulnerables a las autolesiones. Es importante que las personas autistas puedan acceder a un apoyo que les ayude a superar estos retos para prevenir cualquier dificultad futura.
Las investigaciones han revelado que existen posibles factores desencadenantes que pueden llevar a una persona autista a autolesionarse, entre ellos:
sentirse socialmente aislado o rechazado
ser acosado
presiones por la carga de trabajo o las responsabilidades en la escuela, el trabajo o el hogar.
Señales de autolesión
Young Minds establece algunos signos que pueden significar que un joven se está autolesionando:
cortes inexplicables, marcas de mordiscos, quemaduras
calvas
mantenerse cubierto, evitar nadar
pañuelos con sangre en las papeleras
aislamiento y retraimiento
expresar sentimientos de fracaso y autoculpabilidad.
Qué hacer si alguien a quien apoyas se autolesiona
Si una persona a la que apoyas se autolesiona, ayúdale o ayuda a sus padres a ponerse en contacto con su médico de cabecera para que le revisen las lesiones o para que le remitan a su equipo local de servicios de salud mental.
Pueden pedir una cita de urgencia a su médico de cabecera o al equipo de atención continuada.
También puede visitar nuestra página de apoyo a la salud mental para obtener más información sobre cómo buscar ayuda.
Es muy importante buscar ayuda lo antes posible. Las autolesiones, junto con la depresión, son un factor de riesgo para el comportamiento suicida. La intervención temprana y la gestión de las causas de las autolesiones son muy importantes y ayudarán a prevenir las autolesiones en el futuro.
Existen diferentes servicios y recursos de apoyo en línea sobre las autolesiones, como Mind, que incluyen consejos útiles, líneas de ayuda y contactos.
Si la persona a la que apoyas tiene dificultades para hablar contigo o con otras personas sobre lo que le ocurre, puedes sugerirle que se ponga en contacto con una línea de ayuda:
Tratamiento y apoyo a los autistas que se autolesionan
Las directrices del NICE (2011) explican cómo apoyar a las personas mayores de ocho años que se autolesionan. Esto incluye:
Ofrecer una evaluación psicosocial de las necesidades y los riesgos.
El tratamiento y la gestión de las autolesiones son responsabilidad de los equipos locales de salud mental y psiquiatría.
La intervención debe adaptarse a las necesidades individuales y puede incluir elementos cognitivo-conductuales, psicodinámicos o de resolución de problemas.
Proporcionar intervenciones psicológicas, farmacológicas y psicosociales para cualquier condición asociada.
Ayudar a la persona a identificar, comprender y gestionar las emociones es esencial para abordar cualquier problema de salud mental que pueda subyacer a la autolesión.
La terapia cognitivo-conductual puede ser útil para los niños autistas si se adapta, ya que puede mejorar la conciencia de los estados emocionales y los vínculos entre pensamientos, sentimientos y acciones.
Los consejos de los autistas a los profesionales sugieren la necesidad de compasión, paciencia, no juzgar y la necesidad de reconocer la diversidad entre los que se autolesionan.
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