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Cómo usar la visión periférica para mejorar la relación con tu hijo con autismo




POR MARIA ROHAN

Fuente: Autism Parenting Magazine | 24/09/2021

Fotografía: Pixabay.com



Con un niño con autismo, el cerebro hace una fiesta cuando el niño ve cosas fuera de su visión periférica


Si sostienes un cono de helado frente a la cara de un niño, se crea una fiesta en el cerebro. La actividad cerebral del niño se vuelve loca y no ve nada a la izquierda ni a la derecha, sólo ve lo que tiene delante. Lo que algunos no saben es que con un niño con autismo, el cerebro hace una fiesta cuando el niño ve cosas fuera de su visión periférica.


Si usted sostiene un cono de helado en la visión periférica de un niño con autismo, la actividad cerebral del niño se volverá loca en comparación con si lo sostuviera frente al niño en su visión central. Los estudios centrados en la actividad cerebral han demostrado que la cantidad de actividad cerebral elevada que tiene un niño neurotípico cuando ve algo en su visión central es la misma cantidad de actividad cerebral elevada que tiene un niño con autismo cuando ve algo periféricamente.


La mayoría de los padres anhelan comprometerse con su hijo. Constantemente incitamos a que el niño ponga la cara en visión central para que nos mire. La mayoría de los niños girarán el cuello y la cara para mirarte, pero sus ojos vagarán por la visión periférica. ¿Por qué? No siempre es porque el niño esté evitando el contacto visual, sino porque el cerebro ve mejor en la periferia que en el centro.


Aquí tienes algunos consejos que te ayudarán a relacionarte mejor con tu hijo:



1. Observe a su hijo


Su hijo es su propia persona: recuérdelo. Un niño puede tener autismo, pero el autismo no lo tiene a él. Llevamos constantemente a los niños a las terapias y al colegio. Metemos a los niños en nuestro mundo y en nuestros ambientes. Sin embargo, si queremos conectar o ayudar de verdad, tenemos que entrar en su mundo. Obsérvelos cuando estén solos. Observa qué juguete les atrae, con qué juegan o qué colores eligen siempre. Observa quién es tu hijo y utilízalo como puerta de entrada para comprometerte con él.



2. Conviértase en un niño de dos años: Juego paralelo


Aquí es donde entra en juego la visión periférica. A los dos años, la mayoría de los niños no juegan con otros niños: juegan en paralelo o al lado. Toma la información que has encontrado observando a tu hijo. Cuando tu hijo esté jugando con un coche de juguete, coge un coche de juguete, ponte en su visión periférica e imita exactamente la misma forma en que está jugando con el juguete.



3. Véndelo, añade dramatismo


Después de unos segundos de imitación, haz tu propio juego con el coche de juguete, pero añade dramatismo. Utilice el sensible sistema sensorial de un niño con autismo en su beneficio. Haz ruidos fuertes de coches, haz que el coche se estrelle, haga volteretas o incluso deja que el coche te hable.



4. La curiosidad no mata al gato: hace participar a su hijo


Todos los niños sienten curiosidad. El cerebro del niño empezará a hacer una fiesta y, como todo niño, querrá el coche de juguete que tienes. En algún momento, el niño romperá la barrera del juego paralelo, se involucrará en tu mundo y te pondrá en su visión central. En ese momento, él/ella entrará en tu mundo y tú habrás entrado en el del niño.



5. Un momento de diversión con una pizca de ABA


Cuando el niño quiera el juguete y hayáis empezado a jugar juntos, añade una lección de Análisis de Conducta Aplicado (ABA) mientras jugáis. Antes de que el niño pueda jugar con su coche de juguete, pídale que ponga el coche dentro de una taza, encima de una taza o en el lateral de una taza. Dibuje los contornos de las formas con cinta adhesiva en el suelo y haga que el niño trace los contornos con el coche o ponga el coche dentro del cuadrado/círculo/rectángulo. Lanza el coche al agua y haz un chapoteo "grande" o un chapoteo "pequeño". El niño consigue lo que quiere y tú consigues lo que quieres. Si el niño intenta coger tu coche de juguete y marcharse, redirígelo delante de ti.



6. Disfruta de tu hijo


Recuerde que no debe olvidarse de disfrutar de quién es su hijo mientras trabaja para proporcionarle terapias y llevar el estrés diario.


¿Cómo solucionamos este problema de visión central? No lo hacemos. Como todo en la vida, fortalecemos las debilidades. Lo que quizá no sepas es que estás fortaleciendo la visión central. Cuando el niño entra en tu mundo y te hace entrar en su visión central, el niño ha elegido utilizar la visión central. Cuando empieza a jugar contigo y le presentas la lección ABA, estás reforzando la visión central -sólo estamos utilizando la visión periférica, que es el punto fuerte, como puerta de entrada a su debilidad. Lo más importante y eficaz de estos pasos es que el niño elige jugar y aprender en lugar de ser forzado. El niño se siente como si fuera su igual en lugar de sentirse inferior. Esto hace que el niño sea más propenso a obtener algo de la enseñanza, ¡y es divertido!


Este artículo apareció en el número 57 - Conquistar un nuevo año: https://www.autismparentingmagazine.com/issue-57-conquering-a-new-year/


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