Un consejero con carteles de iconos rojos y azules enseñando a un niño autista. / Cortesía de KatarzynaBialasiewicz vía iStock by Getty Images
POR NATHAN JEFFAY
Fuente: The Times of Israel | 01/11/2021
Fotografía: iStock by Getty Images
Una financiación de 13 millones de dólares permitirá un gran avance del proyecto para mejorar el diagnóstico y el tratamiento a partir de una gran base de datos de niños israelíes con autismo
Una ambiciosa investigación israelí que se espera conduzca a un mejor diagnóstico y tratamiento del autismo ha recibido una enorme inversión de 40 millones de NIS (13 millones de dólares) para acelerar el proyecto.
La Fundación canadiense-israelí Azrieli hizo la donación, la mayor jamás realizada para un proyecto de infraestructura sobre el autismo en Israel, al Centro Nacional de Investigación sobre el Autismo de Israel. El centro es una colaboración entre científicos de la Universidad Ben-Gurion del Néguev y clínicos del Centro Médico de la Universidad Soroka, ambos en Beersheba.
La inversión impulsará la importancia de Israel en la investigación del autismo a nivel internacional, ya que se generará una masa de estudios importantes, dijo el director del centro, el profesor Ilan Dinstein.
"Nuestro centro es extremadamente único desde una perspectiva internacional", dijo a The Times of Israel. "Muy pocos países del mundo tienen este tipo de infraestructura de investigación con su capacidad única de seguir a los niños longitudinalmente y determinar quién mejora y quién no".
"Esperamos que nuestros estudios repercutan en la política sanitaria de Israel y de todo el mundo".
El centro ha sido rebautizado como Centro Nacional Azrieli para la Investigación del Autismo y el Neurodesarrollo en reconocimiento de la donación, y para reconocer el hecho de que su cometido está creciendo más allá del autismo a otras condiciones del neurodesarrollo.
Su proyecto estrella es una base de datos que contiene una gran cantidad de información - aportada con el consentimiento de los padres - sobre los retos y progresos de los niños autistas israelíes, que pretende ayudar a los expertos a alcanzar una mejor comprensión de las mejores prácticas de diagnóstico y tratamiento.
Una niña sostiene un lazo para concienciar sobre el autismo (iStock)
Actualmente dispone de información sobre 1.200 niños de un total estimado de 20.000 niños con autismo en el país. Con la nueva financiación se espera que crezca hasta unos 6.000 niños, lo que es suficiente para generar una investigación con una base muy sólida y un fuerte impacto internacional, dijo Dinstein.
"Nuestra visión es mejorar el diagnóstico y el tratamiento, y para ello es muy valioso contar con una gran cohorte de personas que aporten muchos tipos de datos", dijo Dinstein.
"Las investigaciones anteriores sobre distintos aspectos del autismo solían utilizar datos de muestras diferentes, lo que dificulta la conexión de los resultados entre los estudios. Por ejemplo, es difícil saber si los resultados genéticos de un estudio se relacionan con los resultados conductuales de otro.
"Para conectar los puntos recogemos una serie de datos de los mismos niños: desde datos genéticos y de biobancos hasta comportamiento y grabaciones de vídeo y audio. Esto aumenta enormemente el valor de los datos y permite a los genetistas y psicólogos trabajar juntos y ver cómo se relacionan sus hallazgos."
El edificio que albergará el Centro Nacional Azrieli para la Investigación del Autismo y el Neurodesarrollo./ Cortesía de la Universidad Ben Gurion
Una de las conclusiones de la base de datos actual ha sido la importancia del diagnóstico precoz.
"Hemos demostrado en estudios de los últimos años que el diagnóstico precoz es importante para obtener los mejores resultados y hemos descubierto que los niños diagnosticados antes de los dos años y medio tienen tres veces más probabilidades de mejorar en sus sistemas básicos de autismo en uno o dos años, este es un claro ejemplo de cómo este tipo de investigación puede repercutir en la política", dijo Dinstein.
Dijo que la investigación ha demostrado que el autismo es en realidad una familia de trastornos múltiples, con una variedad de síntomas que son causados por diferentes razones.
"El gran reto es determinar cuántos tipos de autismo hay, cómo identificarlos mejor de forma temprana y, lo más importante, qué intervenciones funcionan mejor para cada tipo", dijo Dinstein. "Para determinar esto, los científicos tienen que asociarse con los clínicos y estudiar un gran número de niños con autismo durante largos períodos de tiempo".
"Para tomar decisiones fundamentadas sobre la política sanitaria en materia de autismo hay que saber qué funciona para cada niño, y nosotros podremos aportar datos y análisis para estas decisiones que no existen en la actualidad".
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