POR RAMON CEREROLS
Fuente: Pairal
Fotografía: Bing
Barcelona
El cine, la literatura y los programas y series de TV son sin duda las herramientas más potentes de divulgación hacia el gran público: desde hace ya más de 30 años, ha habido un amplio elenco de libros, películas y series con personajes TEA, que han influido mucho en la imagen del colectivo.
La difusión internacional del Asperger entre los profesionales (gracias a Lorna Wing en 1981) y su reconocimiento oficial (por el ICD-10 en 1992, y por el DSM-IV en 1994) tuvieron lugar en dos décadas en las que empezaba a cambiar la visión tradicional de los trastornos mentales. De verlos como un totum revolutum que inhabilitaba a la persona (a la que se apartaba de la sociedad encerrándola en siniestros manicomios) se pasó progresivamente a la consideración de las capacidades específicas y las inteligencias múltiples.
Ello fue pronto aprovechado por el cine y la literatura, los cuales generalmente utilizaron los casos más excepcionales y las características más llamativas, aun a costa de alejarse de la realidad. El primer gran éxito lo obtuvo en 1988 la película "Rain man" (con Dustin Hoffman en el papel de un autista savant[1]). La siguió en 2001 "A beautiful mind" (Una mente maravillosa), basada en el libro del mismo título de 1998, sobre la lucha contra la esquizofrenia paranoide del matemático John F. Nash Jr., Premio Nobel de Economía en 1994.
En cuanto a libros, los primeros que cabe destacar son "The curious incident of the dog in the night-time" (El curioso incidente del perro a medianoche) de Mark Haddon, publicado el año 2003, y especialmente la trilogía "Millenium", de Stieg Larsson (también llevada al cine), con más de 70 millones de libros vendidos en unos 50 idiomas.
Mientras, en el mundo de la televisión las series crecían en popularidad y eran seguidas por un número creciente de espectadores. Como había sucedido en el cine y los libros, pronto algunas series empezaron a incorporar personajes con algunas características típicas del Asperger. Relacionaré, por orden cronológico de estreno, las que por algún motivo considero más representativas.
The IT crowd (Los informáticos), 2006-2010, más un episodio final en 2013. Moss trabaja en el departamento informático de una empresa. Tiene una gran capacidad lógico-matemática pero nula inteligencia interpersonal y ninguna capacidad de improvisación. Su trabajo más adecuado sería el de programador, pero en lugar de ello debe encargarse de la asistencia técnica a los usuarios, lo que provoca múltiples conflictos.
The Big Bang theory, 2007-2019. La más popular y longeva. Sheldon Cooper es un físico teórico con un coeficiente intelectual de 187. Sigue unas rutinas rigurosas, necesita tenerlo todo planeado, interpreta literalmente lo que se le dice, no entiende las reglas sociales, y es rudamente sincero.
Parenthood, 2010-2015. A mi parecer, es la serie que mejor refleja la realidad del trastorno. Narra las vicisitudes de una familia con un hijo (Max) diagnosticado Asperger. A diferencia de las dos series antes citadas, que nunca hacen referencia explícita al Asperger, en esta se menciona en 125 ocasiones y se comentan las dificultades que comporta. Cada episodio contaba con el asesoramiento de expertos en el tema para asegurar que la actuación se ajustase al trastorno. La serie incluso mantenía un blog en el que profesionales especializados comentaban los episodios y aconsejaban a las familias. Además, en la cuarta temporada incorporó un personaje adulto con Asperger.
Sherlock, 2010-2017. Serie de la BBC, de 4 temporadas de 3 episodios, más uno especial, que presenta a Sherlock Holmes en el mundo actual y con unas características típicas del espectro autista. Los autores dejaron clara su intención de definirlo así cuando en un episodio de la segunda temporada un inspector, molesto por el rudo comportamiento de Sherlock, se lamenta con Watson diciendo que «debe ser cosa de su carácter…» a lo que este responde «¿su Asperger?».
Bron|Broen, 2011-2018, 4 temporadas. Serie sueco-danesa sobre una investigación policial que obliga a la colaboración de agentes de las dos nacionalidades: el danés Martin Rohde y la sueca Saga Norén, fría, meticulosa, estricta siguiendo las reglas, sin ninguna habilidad social, pero brillante en su trabajo. A pesar de ser la antítesis uno del otro, entre ellos llega a establecerse una relación que les permite no solamente colaborar en su trabajo, sino aprender de sus respectivas diferencias (al final de la segunda temporada Saga le confiesa a Martin que él es su único amigo). El éxito que obtuvo la serie provocó la aparición de múltiples adaptaciones (Reino Unido-Francia, Estados Unidos-Méjico, Estonia-Rusia, Malasia-Singapur, Alemania-Austria).
The A word, 2016-2017. Joe es un niño de 5 años que se aísla del mundo escuchando música con sus auriculares. Su familia disfuncional cree que ello es debido a problemas de audición, pero el otorrinolaringólogo les dirige a un especialista y este diagnostica al niño con autismo. La serie (basada en la israelí Pilpelim Tzehubim) confronta los problemas del niño con los de la familia, haciendo reflexionar sobre el hecho de que unos son considerados un trastorno y otros no.
Atypical, 2017-2018 (nueva temporada prevista para 2019). Describe los esfuerzos de un joven de 18 años con trastorno del espectro del autismo (TEA) para descubrir su propia identidad, independizarse de su familia y encontrar el amor.
The Good Doctor, 2017-2018 (3 temporadas, la cuarta prevista para 2021). Basada en una serie coreana de 2013, sobre un joven cirujano autista, juega con el cliché del savant.
Aun a pesar de que la imagen del Asperger ofrecida en la mayoría de series esté distorsionada, su gran presencia tiene unos claros efectos positivos, tanto por lo que ha ayudado a su divulgación (hace tan solo dos décadas era un desconocido para la mayoría de personas), como porque facilita la comprensión social de los afectados y favorece su integración.
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