El tropezón

POR PACO MARTINEZ

Fuente: Autismo en Vivo | 09/05/2022

Fotografía: Pixabay.com

Ser diferente del resto resulta algo desagradable en la medida que te sientes incomprendido e inaceptado, y también por el hecho de romper la armonía del conjunto.

Podrá parecer una tontería, pero a algunos nos gusta el concepto y la sensación de armonía, un valor muy oriental, por cierto. Será que fui chino o japonés en una vida anterior… En cualquier caso, el hecho de no encajar en el grupo, en la medida que es necesario en algunos casos, por lo menos, resulta incómodo, también por lo incómodos que se puedan sentir los demás, y por la imposibilidad de que haya una armonía de conjunto, en la que todos se puedan sentir a gusto.

Como todos sabemos, el tropezón es aquel elemento que accidental o intencionadamente rompe la armonía de sensaciones dentro de una sopa, por ejemplo. En algunos casos para bien, para darle sabor o una experiencia crujiente, y en otros casos resulta un descuido o un defecto del proceso de elaboración.

En el caso de un Asperger dentro de un grupo, se puede ver también desde ambos puntos de vista. En algunos casos es una nota de color, en otros es un valioso activo en un equipo de trabajo, y en otros es un elemento incómodo o simplemente raro que no saben que hacer con él. Y la misma persona puede jugar todos estos papeles según en entorno en el que se encuentre: puede ser el bueno o el malo, o simplemente el raro, en función de si le toca un papel en el que pueda sacar a relucir sus cualidades o si tiene que intentar adaptarse a una función que no va con sus motivaciones ni habilidades, como en las reuniones sociales.

Yo he experimentado ambas versiones, y la verdad es que soy alguien a quien le gusta pasar más bien desapercibido. No me gusta ser el centro de atención ni para bien ni mucho menos para mal. Resulta realmente desagradable tener que aguantar las actitudes de incomprensión, rechazo o indiferencia a raíz de obligaciones sociales, en las que se te funden las pilas ya incluso antes de empezar. También en el caso en que te “quieren integrar”, lo cual resulta igualmente desagradable, ya que lo que realmente deseas es largarte ¡de una p… vez!