POR FELIX SANCHEZ
Fuente: Autismo en vivo / 12/12/2020, Barcelona
Fotografía: Pixabay
La falta de empatía es uno de estos déficits característicos de las personas con autismo, y sin duda uno de los factores determinantes de incomprensión, rechazo o aislamiento social. ¿Pero realmente los neuro-típicos son tan empáticos como presuntamente parecen ser?
Recuerdo en la fase final de mi diagnóstico al respecto del síndrome de Asperger, que en el informe mencionaban mi falta de empatía. En su momento, cuando me preguntaron acerca de mi grado de empatía, en un ejercicio de franqueza dije que no era especialmente empático o que tenía poca empatía, no recuerdo en detalle. Y así lo pusieron en el informe.
Se entiende por empatía la actitud de ponerse en el lugar del otro cuando está sufriendo, poder sentir lo que él o ella siente y acompañarle sinceramente en dicho sentimiento, en un intento de hacerle sentir un poco mejor, dentro de la situación dolorosa. Bien, como expliqué en el artículo “La empatía, al revés” mi empatía la entiendo como lo que a mí me gustaría que hicieran los demás conmigo, que es ayudarme a resolver el problema o dejarme en paz. Las buenas palabras sin más, si no van acompañadas de acciones o actitudes comprometidas, no sirven para nada, por más buena fe que se ponga en ello. Soy empático a mi manera, en la medida que puedo.
En aquel caso había dicho que no era empático en un ejercicio de sinceridad espontánea, por cuanto la primera imagen que me vino a la cabeza de una persona con un problema grave y pidiendo ayuda era la de un sin techo pidiendo limosna en la calle, que por desgracia se ve con mucha frecuencia aquí en Barcelona. Sinceramente, el 95% de las veces que veo alguien así no me paro, ni le miro. No soy nada empático, pero la verdad es que no lo es casi nadie. Luego, leyendo el informe de mi diagnóstico, y más aun teniendo en cuenta que he sido voluntario en un albergue de personas sin techo durante más de 10 años, me pareció terriblemente injusto quedar como si fuera menos empático de lo “normal”, puesto que supongo que la mayoría de neuro-típicos se habrían descrito como “normalmente empático”, o algo así.
Me parece justo denunciar la gran hipocresía que hay acerca de la empatía por parte de mucha gente, pues sinceramente, la echo de menos por parte de los demás muy a menudo, incluso cuando hago cosas por los demás y hay gente que, no sólo no agradece, sino que encima tiene comportamientos desagradables, y los demás se callan o miran para otro lado.
Por último, remarcar que por nuestro comportamiento algo distinto, los Asperger somos más bien “receptores negativos de empatía”, lo que tiende a acumular una carga de emociones negativas que no te hacen, precisamente, estar de buen humor como para ir dando cariño a los demás. Falta empatía y sobra hipocresía.
¿Crees que los neuro-típicos son generalmente tanto más empáticos con los demás que los Asperger?
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