Imágenes representativas del proceso utilizado por los investigadores para analizar los escáneres cerebrales prenatales./ Crédito: Alpen Ortug y Emi Takahashi, Harvard Medical School.
POR MICHELLE PETERSEN
Fuente: Zme Science | 06/04/2022
Fotografía: Zme Science
Los investigadores han escaneado fetos no nacidos para discernir las diferencias cerebrales posiblemente causadas por el autismo, lo que supone el diagnóstico más temprano de la condición hasta la fecha
Los investigadores han escaneado fetos no nacidos para discernir las diferencias cerebrales posiblemente causadas por el autismo, lo que supone el diagnóstico más temprano de la condición hasta la fecha. Si los investigadores de Harvard Medical están en lo cierto, sus descubrimientos podrían permitir el diagnóstico y el tratamiento tempranos de los bebés con esta enfermedad, lo que mejoraría significativamente las posibilidades del niño de volver a conectar con el mundo que le rodea.
El trastorno del espectro autista o TEA es un trastorno cerebral que afecta a la forma en que los niños interactúan y se comunican con las personas de su entorno. Dependiendo de la gravedad, estos niños pueden desconectarse a menudo debido a la sobrecarga sensorial y quedar aislados.
El autismo no es una condición médica con tratamientos o una "cura". Pero algunas personas necesitan apoyo para ayudarles en ciertas cosas. Para muchas personas diagnosticadas de autismo, la mejor esperanza es la terapia cognitiva, con la que pueden mejorar sus habilidades de comunicación. Sin embargo, estos tratamientos pueden fracasar con resultados que dependen de la gravedad de la enfermedad y del diagnóstico más temprano posible, que hasta ahora es a los 18 meses de edad.
"Aunque es un diagnóstico que recibe 1 de cada 68 niños en Estados Unidos, aún se desconoce la causa del autismo. Se cree que tanto los factores genéticos como los ambientales durante el desarrollo prenatal y postnatal explican la aparición del TEA", escribe el equipo en su resumen para la reunión anual de la Asociación Americana de Anatomía, en el que presentan su investigación.
Por este motivo, el equipo teorizó que un sistema de escaneo de gran precisión conocido como resonancia magnética (RM) podría captar cualquier anomalía estructural en el cerebro de fetos humanos vivos para diagnosticar esta enfermedad.
Los resultados de los escáneres realizados a bebés no nacidos en torno a las 25 semanas revelaron diferencias asombrosas en una región del cerebro conocida como lóbulo insular entre los niños que posteriormente fueron diagnosticados con TEA y los considerados "neurotípicos" (que tienen una estructura cerebral normal).
Se cree que esta región, que apareció mucho más grande en los niños autistas, desempeña un papel en la conciencia perceptiva, el comportamiento social y la toma de decisiones, funciones relacionadas con la inteligencia y la conciencia social.
"Una detección más temprana significa un mejor tratamiento. Nuestros resultados sugieren que el aumento del volumen del lóbulo insular puede ser un potente biomarcador prenatal de resonancia magnética que podría predecir la aparición del TEA más adelante en la vida", dijo el Dr. Alpen Ortug, primer autor del estudio del Hospital General de Massachusetts.
En el estudio, los científicos escanearon los cerebros de treinta y nueve fetos y, tras su nacimiento, volvieron a tomar imágenes de sus cerebros. Nueve de los niños examinados antes de nacer fueron diagnosticados posteriormente con TEA. Al mismo tiempo, veinte de los treinta y nueve tenían estructuras cerebrales típicas, y los diez restantes no fueron diagnosticados de autismo pero presentaban otras condiciones de salud observadas en los niños con TEA.
El avance también mostró que la unión entre la amígdala y el hipocampo era más prominente en los participantes autistas que en los niños con las mismas condiciones de salud pero sin TEA.
"Dado que muchos factores genéticos y ambientales pueden influir en la aparición del TEA a partir de las etapas fetales, lo ideal es identificar la firma más temprana de las anomalías cerebrales en los posibles pacientes con autismo", afirma Ortug.
Los autores concluyen que sus datos ofrecen un posible método de imagen prenatal para predecir la aparición del autismo en etapas posteriores de la vida que permita un diagnóstico y un tratamiento lo más tempranos posible.
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