Soledad, dulce compañía

POR GERMAN GARCÍA

Fuente: Autismo en Vivo | 10/01/2022

Fotografía: Pixabay.com

La soledad es para los Asperger y los autistas en general un oasis de paz e incluso inspiración para realizar las tareas de interés especial que tanto les activan.

La soledad aporta bienestar emocional, pues estás seguro que nadie te molesta de ningún modo y puedes dedicarte a tus actividades favoritas, muchas de las cuales se desarrollan en soledad. A mi personalmente me encanta estar solo. Nunca me aburro. Tengo un montón de libros empezados y otros por empezar, y trabajo intelectual por realizar.

Claro que me gusta la actividad social, pero con mucha moderación, por así decirlo. La soledad me da un placer especial. Es casi como una dulce compañía. A veces pienso si de verdad querré tener pareja, pues pocas chicas van a entender y aceptar que me guste pasar tanto tiempo solo, y más aún, lo que me cansa la vida social.

Más vale estar solo que mal acompañado, y es que para las personas con autismo es algo más difícil encontrar personas que resulten buena compañía, que tengan la sensibilidad y apertura de mente para aceptar la diferencia, a la vez que la inteligencia y el buen corazón de apreciar las cualidades de alguien que es diferente del resto.

En la soledad es también dónde uno encuentra los momentos de máxima inspiración, en la medida que dedique su tiempo a tareas que requieran de ella. En mi caso, me encanta escribir, a parte de leer, y en varias etapas me he dedicado a trabajos creativos con los que gozo un montón. En la soledad me sublimo hasta el llamado estado de flow, en el que gozas de lo que haces sin que “te pasen las horas”.

En la soledad descanso y cargo las pilas. Es mi zona de confort, de la que hay que salir para crecer, pero en la que uno necesita estar regularmente para descansar y cuidar su salud mental. La soledad donde encuentro muchas veces la mejor versión de mi mismo, donde puedo dar lo mejor de mi mismo. La soledad es como mi casa.