POR IGNACIO PANTOJA
Fuente: Autismo en vivo | 27/11/2024
Fotografía: Pixabay
Nunca me gusta entrar a escribir en internet ni cuando estoy enfadado ni cuando me siento triste.
Pero después de horas y horas rumiando mis problemas y mis miedos durante la noche creo que algún día del año acabaría entrando y exponiendo mi cruda realidad: que estoy sufriendo.
Es mucho más bonito venir a decir que todo va bien, que he aprobado una asignatura muy difícil de farmacia o que he encontrado un nuevo grupo de amigos, que he escrito un nuevo libro o me han dado un nuevo premio.
Pero lo que realmente nos lleva a los seres humanos a escribir es sacar lo que llevamos dentro y no siempre son cosas buenas, muchas veces son nuestro sufrimiento, nuestros demonios que nos persiguen allá donde vamos como si fuesen nuestra propia sombra.
Generalmente no suelo dormir por las noches y son momentos en los que me quedo solo, sin nadie con quien poder hablar, muchas veces leo hojas y hojas del libro "Julia" de Sandra Newman, otras veces juego con el móvil al radical red de Pokémon y otras veces navego por internet buscando una respuesta que el chatGPT me intenta dar.
Pero para encontrar las respuestas a nuestras inquietudes hay que mirar adentro y la escritura siempre es un buen ejercicio, el miedo a un futuro incierto y a las cosas del pasado que no hemos cerrado genera estrés y más por la noche cuando no se puede hablar con nadie más.
La vida nunca es fácil, ni siendo autista ni siendo neurotípico y siempre vamos a encontrar gente mala que nos quiera hacer daño, por ello nuestra misión en la vida es ser lo más felices posibles sin hacer daño a los demás, encontrar personas que nos ayuden y nos haga mejores brindándonos su amistad y mantener a las personas tóxicas a raya.
Nunca ha sido fácil y nunca lo será, la vida es mucho más dura que la carrera de farmacia en la Complutense pero por fortuna siempre nos quedará escribir... y que nos escuchen.
Ignacio F. Pantoja
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