Una luz en casa
- autismovivo.org
- 30 mar
- 1 Min. de lectura

POR GABRIEL MARIA PÉREZ
Fuente: Univers Àgatha | 30/03/2025
Fotografía: Pixabay
Hay una luz en casa, pequeñita intelectualmente, grande en inocencia, pura e incapaz de malicia, que alumbra por donde pasa de ternura muchas veces, de oscuridad otras, de pensamientos contradictorios, pero que emana un amor inconmensurable.
Sí, esta pequeña, pero gran PERSONA, porque es PERSONA, es moldeable, manipulable, enrevesada, con grandes déficits de comunicación y tinieblas, muchas tinieblas en sus crisis tan variadas como comunes, que provocan las incertidumbres sobre su estado de ánimo, de salud, etc.
Esta chiquilla, Àgatha, ya adulta de 25 años, con un trastorno del autismo severo, es un metal precioso que no acaba de pulirse, pero que vale cientos y miles de suspiros, caricias, besos, abrazos y latidos, estos últimos, tanto de sentimentalismo emotivo como de ansiedad ilimitada.
Yo la adoro, pese a tantas contradicciones, la amo, como padre y con admiración, a pesar de un agotamiento mental, de darle vueltas al porqué... la amo.
Parece difícil, seguramente, desde una perspectiva exterior a su familia, entender qué amor puede desprender un ser humano que crea tanta confusión en sus familiares.
Aparte de ser sangre de mi sangre, aparte de una vida ya de 25 años con tantas contradicciones, con tantos sinsabores, con tanta lucha, a veces desfallecimientos, continúa con esa luz que nos ilumina a todos y, como nunca me canso de decir, cuando aparece esa inconmensurable sonrisa lustrosa, y se proyecta durante varios días, como está sucediendo estos últimos días, entonces ya es el summum.

Comentarios