POR IGNACIO PANTOJA E ISABEL COMPANY
Fuente: Autismo en vivo | 18/08/2021
Fotografía: Pixabay
Hoy 18 de junio se celebra el día del orgullo autista y sin embargo muy pocos lo sabíais, ¿verdad?
No se ve Madrid colapsada de carrozas ni de personas ni de banderas ni de políticos, ¿cierto?
Bien, volvamos a ahondar un poco por qué es esto, el autismo no es una enfermedad, es una forma de ser de la que se puede estar orgulloso como está orgullosa la comunidad LGTBIQ+, sin embargo, no se ve asomar ni un pelo a nadie ¿por qué?
¿Será que acaso nosotros no estamos discriminados como dicen por ahí? Cualquier persona autista, o su padre o madre de persona autista ya sabe qué responder a esa obvia pregunta y, como ha sido tratada tantas veces, no vamos a repetirnos.
¿Qué es lo que hace que la comunidad LGTBIQ+ pueda salir orgullosa y dignamente a reivindicarse el 28 de junio a las calles y nosotros no lo hagamos?
¿Por qué no nos manifestamos? ¿no somos suficientes pese a que actualmente la incidencia es de una persona TEA por cada 68? ¿no tenemos poder de convocatoria?
Eso, querido lector, no te lo voy a entregar en bandeja de plata, solo te pido que te informes, si hay suficiente información sobre qué es el TEA, si a los políticos les interesa, si la cuestión es que nuestro colectivo no genera negocio, si se podría hacer mechandising con ello como hacen otros colectivos o si realmente a la sociedad solo le interesan las personas o llenarse los bolsillos con billetes…
¿O es quizás que no estamos orgullos de ser autistas?
Esto último está en nuestra mano, tenemos muchos motivos para estar orgullos, nuestras capacidades, nuestra resiliencia, nuestra voluntad para salir adelante, para mejorar, para demostrar al mundo que una persona TEA tiene mucho que ofrecer, todo esto tenemos que reivindicarlo y mostrarlo a las personas neurotípicas.
Y si no hay motivos de maltrato, de bullying, de discriminación, de agresiones físicas y verbales, y si la sociedad y los medios de comunicación los denuncian.
Pero veamos el porqué.
Te hago un resumen breve:
En 2012 nos recortaron la prestación por discapacidad un 50% en prestaciones de servicios y un 15% en prestaciones económicas.
Ha pasado el PP.
Ha pasado la coalición PSOE-Podemos y no se han vuelto a subir en 9 años y, nadie dice nada.
Se hizo un plan nacional de actuación en 2015 para las personas con autismo dotado de 0 euros.
En Cataluña, en concreto, en 2012 se puso en marcha un plan piloto de intervención para personas con autismo que, por cierto, debe seguir pilotando porque tenemos 0 conclusiones.
La llamada atención temprana se sigue basando en Freud y Lacan.
Las asociaciones, fundaciones, federaciones, confederaciones o el propio CERMI se basan en salvar al “soldado autista” y no en la comunidad autista.
El alter ego puede más que el pensamiento crítico y la política social.
El autismo se vende, se compra, es un trastorno muy comercial.
El autismo es una condición muy desconocida en nuestro país, empezando por los propios profesionales, que, basándose en una industria farmacéutica totalmente corrupta, al igual que el cuerpo sanitario, recetan medicamentos como el Abilify o aripiprazol como componente base, con un coste en el mercado de más de 160€ como dosis mínima mensual, porque, supuestamente, estamos trastornados.
Y sumo y sigo, no nos ponemos de acuerdo y, mientras, todos se benefician menos nuestro colectivo.
Esquema de nuestro país:
Atención temprana para nuestro colectivo: no hay.
Escuela y maestros especializados: no hay.
Sistema sanitario: no hay.
Formación en intervención: no hay.
Inversión pública: no hay. Y lo que es peor, es que no le interesa a nadie, salvo a algunos hiperventilados que ya han colgado la pancarte y el megáfono, hartos de ver siempre las mismas caras.
¿Sigo?
Pues no, por eso no se puede decir que estoy orgulloso de ser autista cuando todo el mundo ve que soy un problema, una carga para la sociedad neurotípica. Porque la homofobia está penada, la discriminación y el maltrato también.
Quizás deberíamos unirnos al colectivo de mujeres maltratadas, que nos van a entender perfectamente. Porque ser gay no nos cuesta dinero, ser trans sí nos cuesta dinero, pero poco, y por no decir palabras soeces, el colectivo LGTBI nos aporta cliché, juerga y fandango. El autismo no.
El autismo es un verdadero quebradero de cabeza en el que las familias entran en bucle y ya no salen de él. Están tan agotadas que no tienen fuerzas para salir a reivindicar y, mucho menos, para sentirse orgullosas. El autismo es un galimatías que ni los propios autistas se ponen de acuerdo.
Cuando el autismo tiene diferentes puntos de vista y no comprensión y empatía, se vuelve un boomerang que va dando vueltas y no llega a ninguna parte.
Por eso, no vamos a salir con ninguna carroza, porque los propios autistas, por su condición y visión de la sociedad, si salen del armario, se quieren volver a meter dentro otra vez, ya que es su zona de confort.
Duras palabras, pero reales.
En fin…feliz día del orgullo autista. Feliz 18 de junio.
Por cierto, que la pandemia nos ha venido muy bien para demostrar que tanto el sistema público como el privado nos ha dejado completamente abandonados a nuestra propia suerte. Que no hace falta que nos incapaciten porque resulta que somos capaces, pero a la vez somos discapacitados.
En resumen, todo por hacer, eso sí, desde casa y on line nos resolveremos nuestros problemas. ¡Muy orgullosos de todo!
Lo q dices es mentira
El Autismo es una enfermedad
Tienes razón y en el mundo que conozco, el de la enseñanza, efectivamente, no hay maestros ni profesores especializados, ni siquiera en los niveles no universitarios, que es donde tal vez haya más problemas, ni siquiera especialistas en apoyo. ¿Qué se puede hacer en una clase de 30 alumnos "normales" con un autista que requiere una atención muy especial ?