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Confesiones desde Suiza




POR LAURA GOMEZ

Fuente: Autismo Vivo | 23/11/2022

Fotografía: Pixabay.com



Suiza es uno de esos pocos paises donde ser Asperger y tener hijos Asperger resulta poco problemático, por lo menos comparado con los demás


Primero contar un poco sobre mi, tengo 41 años, soy física y tengo 3 niños. Vivo en Suiza desde 2011, cuando llegué muy embarazada de mi primer hija.


Desde pequeña he sentido que no encajaba, que siempre era la que daba la nota discordante. Pese sacar muy buenas notas en la escuela, en casa fui catalogada como la oveja negra. Crecí intentando siempre encajar, intentando que no se notara eso. El no encajar. El ser diferente.


Cuando nos mudamos en Suiza, en seguida me sentí muy a gusto. Aquí las cosas funcionan! Esta todo limpio y no huele mal. Los trenes y los autobuses son puntuales, la gente es puntual, las reglas están claras y la inmensa mayoría de la gente las cumple. La gente no invade tu espacio físico mediante abrazos o besos (este punto es muy importante para mi). Tener que hacer un trámite con la administración es simplemente ir explicar que precisas y resolverlo. No tienes que dar vueltas de un sitio a otro de forma absurda y no tienes un funcionario que abusa de ti y de tu tiempo.


--Me doy cuenta ahora, que muchos de los problemas que he tenido han sido con gente que no cumple las normas. Afortunadamente, al haber mucha menos gente que no cumple las normas aquí, he tenido muchos menos problemas--


El proceso por el que acabé encontrando la respuesta a que era lo que hacia que no encajara con la mayoría de la gente ha sido muy largo, ha sido como ir uniendo piezas de un puzzle. Las piezas estaban allí pero por desconocimiento de los síntomas del Autismo me costó identificarlas.


Hace un par de meses decidí entrar en un grupo de Whatsapp de Asperger catalán. Allí conté mi historia. Poco después deje de interactuar pues para mi el grupo es demasiado activo y me es difícil seguir las conversaciones. Sigo en el grupo, pero solo leo, y siento que formo parte de un grupo.


El primer diagnostico no lo tuve yo, lo tuvo mi hijo. Desde la guardería que mostraba síntomas de ser muy inteligente pero a la vez no aprendía al ritmo de los demás niños. Tenia dificultades motoras y de habla. La escuela se movilizó y le asignaron clases de logopedia y psicomotricidad semanales, además de ir con la profesora para niños con necesidades especiales. Todo dentro del horario escolar.


Cuando entró a la primaria, la maestra nos solicitó que le realizáramos un diagnostico para poder saber como poder enseñarle y ayudarlo mejor. El diagnóstico fue de Autismo. Inmediatamente empezó a ir a un curso de Ergoterapia y desde entonces que ha mejorado mucho. Va contento a la escuela, las maestras ya no me persiguen por cosas como: no quiere hacer “eso”, está integrado en la clase y ha empezado a sacar unas notas muy buenas.


En paralelo al diagnostico de mi hijo, empecé yo con el mio. La primera psicóloga con la que hablé del tema era de la opinión que lo que me pasaba a mi le pasaba a todo el mundo y que ponerle una etiqueta no iba a cambiar nada. No la dejé yo, me dejó ella a mi. En cuanto insistí en que quería hacerme el diagnostico, después de tener un meltdown en su consulta, me dijo que me buscara otra psicóloga. Aun ahora me duele cuando lo recuerdo. No entiendo porque pasó aquello.


La segunda psicóloga que es con la que voy ahora me dio soporte completo y fue a través de ella que accedí a la psicóloga que me hizo el diagnostico.

Hay que decir que todos estos tratamientos, psicólogos, ergoterapia, diagnósticos están cubiertos por el seguro médico.


Ahora mismo estamos con el diagnostico de mi hija. Al ser niña ha pasado desapercibida, imagino que un poco como yo de pequeña.


No se que tipo de soporte habría tenido de haber pasado por esto en España. Se que aquí, mis hijos tienen unas ayudas que se me hace difícil pedir más. Estoy muy agradecida.


En mi caso es un poco más etéreo pues siento que nada ha cambiado. Salí con el diagnostico y el consejo de explicarlo a cuanta más gente mejor. Supongo que no estaban pensando en que escribiera un artículo, sino en algo más práctico.

Asistí un día a un grupo de autoayuda para autistas, debería repetir. No lo he explicado prácticamente a nadie. Imagino que necesito tiempo.


Una cosa curiosa, estoy en el grupo de Whatsaspp del grupo de autoayuda suizo. Es tanto más silencioso… lo aprecio. La cosa cultural se ve aquí también.

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