ANTONIO LOPEZ
Fuente: Autismo en Vivo | 14/09/2021
Fotografía: Pixabay.com
Como se explica en el artículo “El cerebro Asperger como una bombilla especial”, explotar las fortalezas propias del Asperger en el ámbito intelectual es un reto que puede resultar muy difícil.
A lo largo de la experiencia vital, académica y laboral uno vive algunas experiencias en las que descubre algunas de sus habilidades, tareas que le hacen vibrar de forma especial y que se le dan bien o incluso muy bien. En algún caso, ello está enfocado de forma muy clara en un determinado ámbito, que resulta aplicable a una carrera profesional. En otros casos, no resulta tan fácil.
Si bien pasa a la práctica totalidad de los mortales, que rinden mejor i vibran más positivamente cuando hacen una tarea que les gusta en condiciones más o menos agradables, en el caso de los Asperger esto resulta más necesario por un lado y más difícil por el otro. La tendencia a los intereses restringidos y la consecuente dificultad para encontrar tareas y ámbitos profesionales es una de las variables clave. Por el otro lado, la forma peculiar de funcionamiento del cerebro Asperger hace que no sea fácil tampoco encontrar una organización donde puedan trabajar a su manera, sin tener que adaptarse demasiado a la forma de funcionar de los neuro-típicos.
En la analogía de la bombilla, decíamos que el cerebro Asperger es como una bombilla más difícil de encender y de mantener encendida, aunque también con un potencial de brillantez superior a los demás en bastantes casos en distintos aspectos relevantes. Para los Asperger, pues, uno de los grandes retos de su vida es encontrar un lugar que les permita a su bombilla brillar lo mejor posible. Es lo que yo llamo precisamente el "reto de la bombilla Asperger”.
En mi caso personal, es algo que me ocupa desde hace veinte años cuando empecé a trabajar, partiendo de no tener ni idea de lo que quería hacer. A partir de ahí, fue necesario plantearme ámbitos laborales que pudieran motivarme al máximo y tipos de trabajo que pudieran encajar con mis competencias en dichos ámbitos. Luego viene la formación necesaria para conseguir estos trabajos y finalmente encontrar el tipo de organización que encaje mínimamente con tus valores y tu forma de funcionar. Es toda una aventura que requiere de mucha paciencia y energía.
A lo largo de dicho periplo uno va aprendiendo más y más acerca del gran abanico de posibles trabajos, ámbitos profesionales y las propias fortalezas, a la vez que también desarrolla nuevas habilidades. Es muy normal tener un determinado objetivo final en algún momento y a medida que te acercas a él, darte cuenta de que realmente te conviene o te ilusiona más otro objetivo.
Afortunados son los que tienen las cosas claras desde el principio o poco después de empezar, aunque también es cierto que vivir distintas experiencias profesionales te da un mayor bagaje, te abre la mente y te facilita el desarrollo de más habilidades. A largo plazo, haber superado más dificultades tiene beneficios importantes. Encontrar tu zona de confort pronto te hace crecer menos como persona en varios aspectos importantes.
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