POR JAIME PEREZ
Fuente: Autismo en vivo / Barcelona, 25/10/2020
Fotografía: Pixabay
Uno de los mayores retos de un adulto Asperger es hacerse un hueco en el mercado laboral, en el que sus fortalezas, principalmente habilidades técnicas, integridad, compromiso, tenacidad y atención al detalle a menudo no son suficientes para encontrar trabajo.
La inserción laboral es la gran asignatura pendiente por parte de muchas entidades que trabajan para el colectivo Asperger. Este colectivo, por sus características particulares, no encaja a menudo dentro del gran colectivo de la discapacidad, para el que si existen programas de inserción laboral. El Asperger tiene fortalezas que lo pueden hacer mejor profesional que muchos neuro-típicos para puestos específicos, pero, sobre todo, el Asperger necesita hacer un tipo de trabajo que le guste, que le estimule y esté vinculado con sus fortalezas y habilidades.
Ello requiere pues, una tarea especialmente dedicada de los profesionales de orientación profesional, tanto en el diagnóstico de competencias, como en la formación para el desarrollo de habilidades y como no, en la identificación de posibles puestos de trabajo que encajen con su perfil, por no decir en el diseño de una carrera profesional.
Recuerdo que, haciendo el Plan de comunicación de la Fundación Friends, dedicada al colectivo Asperger, en su misión divulgativa, tenía que pensar una idea que sintetizara el valor o imagen que debíamos transmitir acerca de los profesionales Asperger a los agentes del mercado laboral. Conociendo no solo mis propias experiencias, sino también las de otros Asperger de alto funcionamiento me vino a la cabeza la idea de “Joyas invisibles”.
El término joya se justifica por todas las fortalezas, habilidades y actitudes, que son a menudo únicas y difíciles de encontrar hasta el punto que sorprenden a los propios empresarios, y no se trata de aptitudes o actitudes poco relevantes precisamente. El término invisible se explica por la excesiva humildad con la que se presentan los Asperger ante los demás, y también su discreción en el día a día de la empresa. Trabajan por sentido del deber o también porque les gusta su trabajo, pero no para figurar como empleado del mes o cualquier otro tipo de reconocimiento público, tan valorado por muchos neuro-típicos.
Sin embargo, en nuestra cultura latina, este tipo de perfiles son lamentablemente menos valorados que en otras culturas en las que ¡oh sorpresa! la productividad es bastante más alta. Siento hacerme pesado si ya lo he repetido varias veces, pero, desde mi humilde punto de vista, en base a la propia experiencia, al menos en lo que a trabajo se refiere, el lugar donde un Asperger tiene más probabilidades de sentirse valorado y a gusto en una organización es en países de cultura protestante o confuciana.
En el artículo “Clústeres Asperger friendly” explico esto con más detalle. Y no me cansaré de decirlo, pues es de las cosas que más me alegro de haber descubierto en mi vida, y que creo que puede ser clave en la felicidad y bienestar de una persona con Síndrome de Asperger.
el artículo no habla de ajustes razonables en el proceso de selección y de como los autistas no pasamos las entrevistas de trabajo por las preguntas de habilidades sociales.