POR JUAN FRANCISCO RODRÍGUEZ PÉREZ
Fuente: Autismo en vivo / 15/02/2021, Madrid, España
Fotografía: Pixabay
A pesar de que es comprensible que los TEAs que han sido abusados por toda clase de malos tratos, el buscar a alguien que haga de salvadores para calmar los dolores del pasado, incluyendo traumas y heridas, es lo peor que uno puede hacer…
Introducción
Antes de ir al ataque a este tema, hay que tener muy en cuenta que, muchos de los autistas que hay en el mundo, siendo muy especialmente el Síndrome de asperger, son víctimas del abuso emocional. Es decir, todos esos autistas traumatizados, agonizados y adoloridos por el pasado, no son tan distintos de los neurotípicos que han sufrido el abuso narcisista o psicopático por parte de ciertos personajes megatóxicos que se dedican a causar el caos o la destrucción. Tal vez la gran excepción a esta regla es que los autistas, a nivel general, son quienes sufren los maltratos psicológicos y emocionales mucho más pronto de lo habitual debido a que las vulnerabilidades y debilidades de los autistas son muy deliciosas a ojos de estos depredadores emocionales que creen que el mundo les pertenece, y, por ende, pueden hacer lo que les dé la gana y como les dé la gana con una supuesta total impunidad.
Esto trae como resultado que muchos de ellos estén bajo los efectos de una fobia social que, de haberles pillado el abuso de una forma muy temprana, van a tener como conclusión principal que la misma sociedad es intolerante al autismo, lo que hace que haya una gran cantidad de autistas resentidos con la sociedad hasta el punto de que, si llegan a toparse con un neurotípico, que esos mismos autistas, en algunos casos, los ataquen de una forma lo bastante hostil como para hacerlo, tal y como si ellos estuviesen empleando un mecanismo de defensa que tiene como propósito defenderse del supuesto abuso que le va a caer. Otros en cambio, directamente se encierran entre sí por temor a que las otras personas lo vayan a atacar, teniendo una gran cantidad de armaduras de hierro en su misma esencia en el cual, prefieren perjudicarse antes que abrirse para evitar sufrir otras relaciones abusivas.
Que quede claro una cosa. Esto no es exclusivo de los autistas. De hecho, para que la gente se haga una idea, muchísimas víctimas de malos tratos tienen esa clase de reacciones ante la gente por el abuso narcisista o psicopático al que fueron sometidos, haciendo que, en muchos casos, esas mismas personas consideren a todas las personas como gente narcisista o psicopática que tiene como único propósito escalar por encima de los demás. Esa clase de ideales, además de ser un grave error, lo que va a causar es que esa persona se aísle, pudiendo arriesgarse a tener muchas más relaciones abusivas que las que tenía en el pasado.
Todo esto que estoy contando, les pasa lo mismo a los autistas, solo que ellos mismos, generalmente, suelen estar en un nivel superior en respecto a ser abusados y maltratados por cuestiones del pensamiento dicotómico de los depredadores emocionales, seres perversos que creen que la humanidad solo puede ser de una forma, y que… si no es de esa forma, hay que destruirlo inmediatamente.
Pero cuando un TEA que ha sido abusado busca un sanador…
Sin embargo, una de las cosas que he visto en muchos autistas reside en que ellos, para sentirse bien, están en un peregrinaje de querer buscar a un salvador o unirse a un cuerpo o similar, siendo esto último, siempre con la esperanza de buscar en ello la sanación. ¿Y qué se refiere con buscar la sanación? Pues buscar a alguien que:
Cure los traumas del pasado
Cure las heridas emocionales
Cure la seguridad y la confianza devastadas por el abuso
Y claro…
Siendo empáticos con todos esos autistas que buscan un salvador o la sanación en lo ajeno, es altamente comprensible que ellos busquen a alguien que los comprenda, que los consuele y que les de las fuerzas para volver a lo que eran antes, siempre estando en una posición de víctima en el buen sentido de que son los demás quienes tienen que cambiar o tienen que repararle al creer que ellos no tienen que hacer nada para que les sane ya que, por un lado, no es nada sencillo verse a sí mismos.
Me explico, el verse a sí mismo, es algo muy difícil teniendo en consideración que estamos en una sociedad narcisista. Una sociedad en el cual, importa más los bienes materiales, el éxito, las impresiones ante los demás y el saciar toda clase de placeres sin importar el precio a pagar, que la paz interior, el estar feliz consigo mismo, el tener una conciencia tranquila que no le haga necesitar todos los días estar maquinando y manipulando al prójimo para autoproclamarse como el vencedor de toda la raza humana o que este con una personalidad que, sin hacer daño a los demás, pueda ser soberano de su propia vida y sus propias decisiones.
Esto puede ser especialmente aterrador para un autista que no ha tenido ni las herramientas ni los recursos para poder superar todas las secuelas del abuso, pudiendo traer como consecuencias a causa de las secuelas del abuso cambios permanentes en la personalidad que lo hacen ver como si, su único sentido en la vida es buscar a alguien que lo acepte tal y como es, como si él mismo, por ser muy buena persona, no tiene nada que hacer mientras que los demás están en su deber de aceptarlo y acogerlo para, seguidamente, aunque no sea inmediatamente, poder apegarse de una forma enfermiza a eso que le da toda esas sensaciones de las que precisa para evitar caer presa de un vacío emocional que les hace extremadamente impotentes, infelices y patéticos.
No obstante, para todos esos autistas que buscan en los demás la sanación de sus heridas emocionales y/o de sus traumas a modo de tratar a las otras personas como unos salvadores de una bondad completamente incuestionable y excesiva, les voy a traer una mala noticia de la que más le vale verla, pero… no porqué ellos no estén en su derecho de tener a algo o a alguien que les haga de salvador; tampoco porqué esté en contra de lo que piensen todos esos sujetos que se ven como las víctimas permanentes de una sociedad abusiva que no los va a aceptar por ser autistas. No, nada de eso tiene que ver. Y es ahí cuando quiero ir al grano con el tema para que se vea que, toda persona, sea o no autista, es responsable de su proceso de la recuperación del abuso emocional. Y cuando digo toda persona, me refiero a todo ser humano que sea capaz de poder pensar, actuar y razonar por sí misma, (excluyendo, por supuesto, a todas las personas que, por cuestiones especiales, como a todas esas personas que nacen con daños cerebrales excesivos por cuestiones de un mal parto o por muy mala suerte en él, junto a ciertos diagnósticos especiales, precisen de un cuidador debido a su invalidez en la vida), es responsable tanto de su recuperación como lo que hace en vida para así poder salir hacia delante.
Consecuencia nº1: se ve a sí mismo como alguien impotente e inútil en la vida
Buscar a un sanador en la vida equivale a no valorarse a uno mismo. ¿Qué quiero decir con esto? Que todas las personas que van por la vida buscando a alguien que los salve de la dependencia emocional causada por los depredadores emocionales, o que, por ejemplo, que los sane de todo el abuso, acoso o maltrato sufrido en vida, lo que sucede es que sea persona, inconscientemente, se valora tan poco o nada a sí mismo que, lógicamente, no puede estar solo porqué precisa de alguien que le sane y le salve.
Esto no solo va a hacer que el TEA que ha sido abusado se quede atascado, no llegando nunca o casi nunca a recuperarse de todos los escenarios traumáticos que este ha tenido en vida. También va a hacer que el mismo TEA, a la larga, vaya a tener la creencia de que los demás están en su labor de darle todo el cariño y toda la bondad de la que él se merece tener por ser víctima. Y créanme que no haya nada más desagradable en una persona que actuar así, con o sin TEA.
Consecuencia nº2: no puede tener acceso a relaciones sanas
El que alguien se dedique a buscar a un sanador, aunque puede tener relaciones sociales, lo que nunca va a tener en su vida son, por ejemplo, relaciones sanas que le permitan crecer y aprender de los demás. Esto es muy importante saberlo ya que, cuando una persona busca a un salvador, él piensa que no tiene nada que aprender o crecer de los demás debido a su estado permanente de víctima. Y sí…
Podrá estar de una forma más persistente tener relaciones con un perfil de víctima similar a él, pensando que así pueden arreglarse entre sí; podrá estar en relaciones en el cual, por cuestiones de querer buscar que le calmen todos esos dolores internos que tiene, estará en cualquier clase de entorno, pensando de una forma mucho más emocional que lógica y racional; y, para colmo, podrá estar en toda clase de actividades o seguir una causa que le traiga como propósito esa sensación de que los demás le salvan por ser la víctima de un maltrato psicológico del que él no tiene que hacer nada para dar el paso.
Sin embargo, esto le va a traer como consecuencia el hecho de tener a gente maravillosa a su disposición al ser capaces de percibir el negativismo que tiene el TEA que ha sido abusado por cuestiones de sus traumas y dolores no superados, haciendo que este se quede con gente que, o bien es igual a ellos en respecto a ser gente traumática que se reunifica a modo de refugiados de guerra, como si fueran de estos sujetos que pertenecen a colectivos minoritarios religiosos perseguidos por el Estado Islámico en los países musulmanes, o bien se quedará con la peor morralla que se pueda imaginar. Y se habla de la peor morralla debido a que, estos seres, como son seres cuyos valores éticos y morales son completamente cuestionables, es muy normal que se dediquen a, primero, complacer las necesidades emocionales de ellos, dándoles unas sensaciones de adrenalina nunca vistas, para luego, más tarde, caer en relaciones abusivas (Ver más abajo).
Consecuencia nº3: tendrá más relaciones tóxicas o abusivas
Una persona que se dedique a buscar a un salvador, en el estratosférico caso de que lo encuentre, lo más seguro es que sea un vampiro emocional que lo que ha hecho es analizar, observar y estudiar a la víctima para luego almagelizarse o mimetizarse en las necesidades para hacer del papel que precisa de la otra persona…
Y claro, podrá estar diciendo a todo el mundo lo feliz que es con otra persona que le comprende y le apoya, sin ser consciente del verdadero problema al que se enfrenta, y es el siguiente…
En primer lugar, una víctima que busca un salvador considera unas migajas de atención o de cariño como una verdadera mina de oro de la que hay que explotar al no haber tenido esas sensaciones (O, siendo arrebatadas por otros depredadores). Esto hace que el sujeto, se enganche tanto a eso que, el vínculo traumático al que se somete el TEA que ha sido abusado puede ser como 10 o 20 veces peor que el anterior, haciendo que, si el TEA que ha sido abusado ha tenido un historial muy serio de conductas suicidas, que esas conductas suicidas sean el golpe de gracia para el TEA que ha sido abusado. Pero ya no solo las cosas van por ahí…
También puede toparse con una pandilla que, de necesitar a él como carne de cañón para algún propósito maligno, puede que sea verdad que lo acojan, pero lo acogerán, no porqué estén interesados en él como persona, sino porqué necesitan de él para poder descargar en él toda clase de responsabilidades oscuras y malignas para así poder quedar ilesos mientras esa pandilla hace el mal como tal y como cual.
Y, teniendo en cuenta que, generalmente, los autistas son ingenuos por cuestiones del autismo, la gente no se puede imaginar lo que pueden hacer con una víctima que solo está en condiciones de recibir a alguien como salvador para que le sanen todos los traumas y todas las heridas emocionales y escenas del pasado no superados…
Consecuencia nº4: la sensación de vacío en sí mismo es cada vez mayor
Una persona que quiere un sanador en su vida es alguien que tiene una sensación de vacío que, aunque puede aliviarlo de forma temporal con unas migajas de atención y de cariño, todo eso no va a hacer que él se sienta bien porqué el TEA que ha sido abusado, al pensar que el problema es del exterior, todo eso va a causar que el mismo autista se vea como alguien que no tiene nada. Pero esa sensación, será incluso mayor, dado que él lo que busca en el fondo en las otras personas es el apoyo incondicional que, o bien no lo tuvo desde la infancia o adolescencia por parte de padres negligentes, abusivos o inconscientes, o bien, y… ya por cuestiones de técnicas de manipulación como lo son las campañas de difamación, que no se sienta que nadie le da el amor incondicional que le da al menos su familia sanguínea (Una familia que, por supuesto, no sea abusiva).
Ver a un TEA que ha sido abusado de esta forma va a hacer que, él, a la larga, tenga unos problemas mucho mayores que se irán manifestando a lo largo de los días. Un vacío emocional tremendo puede traer a la larga enfermedades crónicas que le puedan afectar de por vida, como lo es por ejemplo la diabetes, la adicción a toda clase de cosas, como lo son los videojuegos, el sexo, la pornografía, las drogas, el alcohol, las mismas redes sociales o, en unos casos muy concretos, a la información sobre narcisistas o psicópatas al considerar a todo el mundo como uno abusivo.
Es más, existen de historias verdaderamente traumáticas de víctimas en el cual, han llegado a tener hasta cáncer por cuestiones de un verdadero estrés postraumático cuyos niveles han sido muy excesivos para que lo soporte su cuerpo por cuestiones de las ofensivas desatadas por estos narcisistas perversos o psicópatas integrados.
Consecuencia nº5: no tiene integridad individual
Para serles sinceros, una víctima del abuso emocional es incapaz de tener integridad individual porqué se lo arrebataron con el paso del tiempo. Si una víctima, por lo que sea, tiene “integridad”, lo más seguro es que él tenga una integridad grupal típico de pandillas, pandas callejeras, mafias, sectas o similares. Y no, no es que el TEA que ha sido abusado esté necesariamente en uno de esos entornos para tener una integridad o personalidad de carácter grupal. En cambio, sí puede estar en grupos sociales en el cual, todos comparten una integridad, nadie de los presentes que hay ahí tiene personalidad, y… aunque él mismo pueda sentirse que tiene personalidad, en realidad no la tiene.
Pues tener personalidad no implica seguir a rajatabla los caminos de un clan impuestos por alguien con tendencias megalómanas o que confunda el liderazgo con la jefatura. No, nada de eso tiene que ver con eso último. Nada de eso tiene que ver porqué la jefatura implica sumisión, poder y control mientras que el liderazgo implica liderar con el ejemplo, ser recíproco con el grupo y saber escuchar las necesidades del grupo, pero todo eso sin perder su propio yo, hecho está.
El problema de muchas víctimas del abuso emocional, con el propósito de querer rellenar ese vacío emocional que las destruye con el tiempo, es que ellos son capaces de sacrificar su yo mismo, un yo del que odian, huyen, temen y se horrorizan de ver, para tener un yo impuesto por otras personas, ya sea de forma directa o indirecta.
Esto hace que estas personas, además de no tener opinión propia, hace que sean más esclavos de los demás de lo que uno pueda imaginarse ya que lo van a hacer siempre con la esperanza de poder buscar en esas personas la sanación o la salvación de sus vidas sin tener en cuenta la que les puede caer a todos ellos.
Esto último incluye, por supuesto, el arriesgarse a corromper sus ideales de ética y moral para así convertirlo en un fanático en el que lo único que interesa es la causa, haciendo que estas personas consideren la causa a la que siguen para poder sanarse como algo mucho más importante que la misma vida.
Consecuencia nº6: su futuro puede ser verdaderamente negro
Aunque, la situación de cada uno varía, normalmente las víctimas que buscan sanadores o salvadores pueden jugarse el futuro de tal forma que no se lo pueden imaginar, pudiendo tener unas consecuencias verdaderamente irreversibles, y no se habla del temido suicidio. Se habla de, por ejemplo, por estar buscando a un sanador o salvador, que se juegue el ser víctima de muchas estafas de cualquier tipo o que una persona le meta en la cárcel al responsabilizarlo de algo que no es.
Y puede sonar absurdo, por supuesto que sí. Lo que pasa es que las víctimas de abuso emocional, tan capaces son de hacer cualquier cosa para acallar todo ese dolor interno que tienen consigo mismos que, nada es un precio muy elevado que pagar para poder obtener el consuelo que les haga recuperarse inmediatamente del abuso que, son completamente ciegas de lo que les puede pasar.
Imagínense ver a una víctima que, de acabar una carrera universitaria, que la abandone por cuestiones del trauma al que ha sido sometido; imagínense ver a una víctima en el cual, pierde su trabajo por su nula productividad; imagínense ver a una víctima en el que pierde sus relaciones familiares por mera obsesión a las relaciones tóxicas, con o independencia absoluta de si está enganchada o no al maltratador de turno.
En conclusión
Si alguien necesita ayuda para salir del abuso emocional, lo más sensato es pedir a un profesional que sepa tratarlo. Pero no solo eso es lo que debe ocurrir; también la misma víctima tiene que estar completamente dispuesta a dar el cambio y no a quedarse en la zona de confort en la que está porqué, aunque se sabe que nadie es culpable de haber sufrido toda esa cadena infernal de abusos emocionales, la misma víctima es la que tiene que dar el paso y no los demás por él.
Y esto lo escribo ya que, de poco sirve tener al mejor terapeuta si la víctima en cuestión se queda en su zona de confort, una zona de confort megatóxica en el cual, los demás son quienes tienen que sanarlo, curarlo y repararlo de todos los males que este ha sufrido al creer y pensar que ella misma no tiene nada que hacer.
Créanme que, si la víctima no lo hace por sí sola, quienes se encargarán de hacerlo serán escenas que lo van a traumatizar más, como lo es por ejemplo la pérdida de amigos, el rechazo de la familia o incluso el perder grandes oportunidades laborales al pensar que no tiene nada que perder ahí, estando en un bucle infinito de toxicidad en el cual, le puede traer un gran resentimiento y rencor hacia todo lo que se tope en su camino, pudiendo jugarse la oscura posibilidad de que la misma víctima se convierta en una fotocopia de sus abusadores.
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