https://www.facebook.com/AutismoVivo0/ Àgatha y el paso del tiempo
top of page

Àgatha y el paso del tiempo



POR GABRIEL MARIA PÉREZ


Fuente: Univers Àgatha | 16/07/2023


Fotografía: Pixabay




Desde que tuvimos a nuestra hija Àgatha, con trastorno severo del autismo, y apercibimos que su crecimiento y desarrollo eran anormales, muy diferentes a los de mis hijos precedentes, toda esa fluidez de la vida hasta ese momento hizo un viraje brusco, destinado a ejercer una lucha sin pausas para conseguir el mayor confort posible a nuestra hija, una lucha imparable.

No voy a empezar a enumerar las incontables visitas a pediatras, neurólogos, etc, ni al trato mejor o peor recibido por algunos de estos profesionales, o a la baja formación que recibían esos especialistas en autismo, como ya he comentado, en los primeros tiempos del diagnóstico de mi hija, aunque esa formación o los conocimientos en esta materia reconozco que han aumentado considerablemente, muy en gran parte debido a nuevas estadísticas y nuevos estudios.


La realidad es que, una de las cosas que más nos angustia a los padres, siempre ignorantes cuando recibimos el primer diagnóstico del trastorno que sufre nuestro hijo/a, es el no saber qué le deparará en su futuro.


¿Se curará? (¡No!, recordemos que no tiene cura porque el autismo no es una enfermedad),

¿Hablará? ¿Masticará? ¿Se le pasarán esos pánicos nocturnos? ¿Dejará de tener miedo a las

sombras de los árboles? ¿Cuándo caminará? ¿Irá al baño sola? ...

Recuerdo que, cuando durante unos seis años antes del diagnóstico, a Àgatha le hicieron pruebas y más pruebas, en mis días laborales en los que trabajé para una empresa del sector del agua, salía a fumar (entonces fumaba), a un balcón de la oficina con otro compañero, y más de una vez hablábamos del futuro.


Yo siempre le comentaba que querría saber cómo sería mi hija unos diez años más adelante.

Han pasado más de diez años desde entonces, Àgatha ha tenido sus crisis, sus familiares también.

Àgatha ha ido creciendo, nosotros también. Àgatha ha aprendido muy poco, nosotros muchísimo.

Àgatha nos ha enseñado pura inocencia y nulidad de malicia, nosotros poca inocencia y pienso que poca maldad.


Que está claro que el paso del tiempo cansa, por cuanto te haces mayor y varias cosas te afectan más tanto física como mentalmente, es una evidencia.

Pero, y sé que siempre me reitero y lo repito y repetiré, Àgatha nos ha enseñado a vivir y a tolerar, a respetar y, con su relampagueante sonrisa azul, nos ha hecho ver su universo azul e intentar repartir sonrisas a los que nos rodean, a pesar de la crudeza de la vida.


NOTA: CON ESTE ARTÍCULO ME DESPIDO TEMPORALMENTE HASTA DESPUÉS DEL

VERANO





204 visualizaciones2 comentarios

Entradas recientes

Ver todo
bottom of page